Reynosa, Tam./ MEDIA HORA.-
Lo que comenzó como un desperfecto en el drenaje del domicilio 553 B, se convirtió en un problema de salud para los habitantes de la colonia Valle de Bravo, quienes desde hace más de 15 días han tenido que soportar la inundación por aguas negras de la calle Electricistas.
El brote de aguas contaminadas parte del hogar deshabitado y escurre por ambos sentidos de la calle, provocando un auténtico arroyo de aguas negras que termina en la arteria aledaña.
Dolor de cabeza, de estómago, de garganta, ronchas en orejas, manos y pies son algunos de los problemas que ya presentan los vecinos del sector, quienes exigen a las autoridades municipales una solución inmediata de la problemática.
“Ya no podemos hacer nada, nos duele la cabeza, nos duele el estómago. Ya no podemos estar afuera ni adentro de la casa por el olor tan asqueroso. Ya no se puede ni comer”, comentó Mauro Vázquez Morales, vecino de la calle.
“La casa ya está toda penetrada, a mi niño ya no lo saco porque le empezaron a salir ronchitas en todo el cuerpo, ya no sé qué hacer, lo fui a consultar, pero lo que quiero es que vengan a arreglar esto”, mencionó Esmeralda del Ángel, otra colona afectada.
A pesar de que el problema ya se reportó a la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de Reynosa, hasta el momento la dependencia no ha acudido al lugar para realizar trabajos de reparación.
Las 72 horas que el organismo les dio como plazo para atender los reportes ya se alargaron por más de 15 días, una situación que es bien conocida por los vecinos ya que, aseguran, el problema con ese drenaje se presenta más de cuatro veces al año.
“Siempre nada más vienen, lo arreglan y para las dos semanas ya está igual. La verdad lo que nosotros queremos ahorita es que ya, que ya lo arreglen”, dijo Mauro Vázquez Morales.
La inconformidad de los vecinos aumentó cuando, como respuesta a los reportes, Comapa les informó que al tratarse de un domicilio particular cobraría 640 pesos por la reparación del drenaje.
“Ya no nos importa si tienen que cobrar. Aquí nos cooperamos entre los vecinos, de 50 pesos o de 100, pero lo que queremos es que nos arreglen esto. Ya no aguantamos”, expresó Mauro Vázquez Morales.
La pestilencia de las aguas negras provoca diariamente un éxodo de vecinos por las tardes, y un triste retorno por las noches.
“Ya nos vamos todas las tardes para no estar oliendo y nada más regresamos a dormir, pero tampoco podemos porque la casa huele toda a drenaje”, puntualizó Esmeralda del Ángel.
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