Reynosa, Tam.-
Durante las vacaciones, las familias disfrutan de días de descanso en playas, balnearios o albercas, por ello y ante las altas temperaturas los médicos extienden a la población diversas recomendaciones para evitar sufrir de las enfermedades más comunes contraídas en dichos lugares.
Por ejemplo el médico general Guillermo Cano León refiere que los padecimientos que se pueden adquirir durante la temporada de calor y en centros recreativos son principalmente los relacionados con la deshidratación. Las más comunes es la insolación misma que se da por largas exposiciones bajo los rayos del sol y por la escasa ingesta de líquidos.
“El más grave es el denominado ‘golpe de calor’. Estamos hablando de un problema mucho más serio porque afecta el estado de conciencia de la persona y eleva su temperatura corporal considerablemente”, dijo el doctor Cano León.
Otra enfermedad ligada a dicha temporada, pero no a la exposición al sol es un malestar infeccioso como la diarrea, que se adquiere ante la ingesta de alimentos en mal estado, contaminados o de mala refrigeración; dicha enfermedad diarreica a su vez puede, provocar deshidratación. El galeno asegura que los menores de 5 años y los adultos mayores de 60, son el grupo de más riesgo y vulnerable a esto.
Explica que si se visitan los balnearios, algunos padecimientos que se pueden contraer son la otitis media, un problema en el oído a causa del agua que entra y que pudiera estar contaminada; además de la dermatitis, un problema de la piel llamada también micosis, es decir, inflamación o irritación en la piel en especifico de los pliegues del cuerpo como las ingles, axilas, entre los dedos de los pies que son donde se guarda más humedad.
“Cualquiera de los problemas de salud antes mencionados se pueden evitar de una manera muy fácil, hay una regadera en las albercas; si tomas un baño y te limpias con agua corriente todas las bacterias, virus o alérgenos que pudieras traer en el cuerpo, traje de baño y el cabello, entras al agua de manera más limpia, y vas a conservar el agua de la piscina en mejor condición; por lo tanto no vas a transmitir enfermedades y saliendo de la alberca tienes que darte otro regaderazo para que puedas limpiar lo poco o mucho que pudiste adquirir en tu estancia en la piscina” recomendó el especialista.
A manera de prevención sugiere mantener a los menores bien hidratados, consumir abundantes líquidos frescos de preferencia, no exponernos a los rayos del sol entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde –que son las horas mas apremiantes o de mayor calor–; usar ropa clara y delgada además de lavarse las manos siempre después de ir al sanitario o antes de preparar o comer algún alimento, además de usar siempre un bloqueador solar con factor de protección mayor del 50.
Aconsejó a los padres de familia a que detecten cuáles son las medidas de prevención para mantener una buena salud en su familia y que detecten cuáles son los signos de alarma para acudir al médico.
“En una enfermedad diarreica que presente fiebre, sangrado, síntomas de deshidratación como sed intensa, ojos hundidos boca seca, inmediatamente hay que acudir al doctor y más si se trata de un niño menor de 5 años” expresó Cano León.
Se sabe que la activad física y el ejercicio es algo muy importante para el desarrollo de los menores y la salud de todas las personas, pero con los intensos calores que se viven en la región que fácilmente se alcanzan los 40 grados centígrados es importante que si los niños quieren jugar, tratar de no exponerlos en los horarios de mayor sol y en caso de no ser así, darles a beber suficientes líquidos.
Ante cualquier signo de alarma como boca seca, sed intensa o confusión e inclusive hasta desorientación, añadió el médico, se debe darles abundante agua para rehidratarlos y llevarlos a un lugar fresco y a la sombra; si el efecto no pasa en los siguientes 30 minutos, hay que llevarlos de inmediato a recibir atención médica, pues tras más de un par de horas puede ser mortal.
Para agendar una cita con el médico general Guillermo Cano León, puede llamar al número 925 05 58 o visitar su consultorio en calle Río Mante número 2208 entre calle 7ª y 8ª en la colonia Prolongación Longoria.