ETA es el término que la Organización Mundial de la Salud (OMS) le da a contraer infecciones por la vía oral, que tan sólo en Estados Unidos afectan cada año a cerca de 50 millones de personas.
Reynosa, Tam.-
¿Quién no ha padecido malestar estomacal, dolor, náuseas, vómito, diarrea o estreñimiento?
En su gran mayoría estos casos derivan por el consumo de alimentos o bebidas en mal estado que son portadoras de alguna contaminación ambiental, virus o bacteria y con menor frecuencia por la presencia de parásitos o compuestos químicos que provocan una reacción en el organismo.
De acuerdo con Humberto Pérez Márquez las infecciones suelen desaparecer por sí mismas, por lo que no necesariamente son graves; sin embargo, este médico por la Universidad Valle de México (UVM), mencionó la importancia de tampoco subestimar los malestares del sistema digestivo.
Recomendó acudir al doctor para una valoración, ya que en los casos más extremos puede tratarse de tifoidea, salmonelosis, toxoplasmosis y hasta hepatitis viral tipo A.
Afirmó que es común ver en su consultorio de medicina familiar pacientes con problemas estomacales, especialmente durante las temporadas que hace más calor.
“Yo creo que más del 80 por ciento de las infecciones se autolimitan, aunque no necesariamente se contraen por medio de las bacterias. Una persona también puede contaminarse a través de químicos en alimentos y sobre todo en los vegetales, como los pesticidas”, refirió.
SINTOMATOLOGÍA
Los signos más comunes para identificar una infección del estomago en base a la ingesta de comida o líquidos son la diarrea, el vómito o el dolor de barriga.
“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la definición de diarrea, que muchas veces se malinterpreta, es la evacuación líquida en al menos tres veces al día.
“Cuando acuden al baño los pacientes hacen alguna vez aguado o disminuye la calidad de la hez y piensan que esa es la diarrea, pero tiene que ser al menos tres veces y completamente agua lo que estén arrojando.
“A veces ese síntoma viene acompañado de malestar estomacal, pero lo principal es la diarrea y esto puede llevar a una deshidratación.
“Tanto con la diarrea como con el
vómito, porque los pacientes pierden electrolitos, que ocasionan que pierdan líquidos, los cuales deben reponerse”, manifestó Pérez Márquez.
TIPO DE CONTAGIO
Este médico mencionó que las ETA no se traspasan directamente entre los humanos; sin embargo, los desechos que los humanos vierten al medio ambiente sí pueden provocarlas.
“Por lo general la gente se enferma y sana por el medio fecal–oral. Eso quiere decir que ingerimos las bacterias o el virus, y que al momento de hacer la evacuación salen por ahí.
“La contaminación muchas veces se encuentra en el ambiente, ya que hay mucha gente que deja sus desechos en la calle y andan volando las bacterias”, expresó.
Los animales que defecan, que mueren en la vía pública o los residuos de aguas negras de drenaje también son un foco de infección en microorganismos.
“Flotan en las partículas de viento y luego le echamos la culpa a los taquitos. No es tanto que no haya higiene por parte de los restaurantes donde acudimos, sino que las bacterias están en el aire y esto es lo que afecta”, reiteró.
En ciudades donde predomina mucho el polvo y la tierra solicitó extremar los cuidados.
EVITAR DESCUIDOS
Pérez Márquez puso énfasis en que el manejo de los alimentos sea el más adecuado, ya que una persona puede adquirir un virus por no desinfectar bien la comida que prepara.
“Sobre todo en las frutas y las verduras. Muchas veces las agarramos y las consumimos sin limpiarlas, no las lavamos, no las cocemos bien. Y en lo que son las carnes como el pollo o el pescado, es fundamental que tengan un buen cocimiento”, agregó.
Este médico de profesión comentó que los alimentos refrigerados por mucho tiempo también pueden echarse a perder.
“Principalmente los lácteos, que en temporada de calor son los que menos duran.
“A veces, aunque la fecha de caducidad diga una cosa, se echan a perder por los climas tan extremos. Eso es lo que nos puede afectar, especialmente con las diarreas”, dijo.
Pérez Márquez expresó que algunos bichos como las moscas y cucarachas son otra fuente de infección para que alguien se enferme del estómago. Por ello, reconoció, los cinco sentidos son un buen medio para revisar lo que se ingiere.
“Siempre hay que ver lo que está en nuestra mesa, tratar de probarlo. Darle un traguito, no ingerirlo todo, para ver cómo está.
“Realmente la carne es muy difícil saber si está o no bien cocida. Los vegetales hay que tratar de lavarlos bien, hervirlos y ponerle sus gotitas de desinfectante”, recalcó.
NO AUTOMEDICARSE
Si bien las personas con enfermedades transmitidas por alimentos mejoran por sí mismas, tampoco es recomendable únicamente ingerir medicamentos para paliar el dolor y no asistir al doctor, porque en vez de ayudar al paciente pueden traerle complicaciones.
“Por ejemplo, los antidiarreicos están contraindicados. Pueden incluso paralizar los intestinos, perforarlos, por la infección. Lo que hacen es disminuir el movimiento estomacal y si la persona trae una infección fuerte corre el riesgo de que se le dañe la mucosa intestinal y presente una perforación, por eso no se recomiendan tanto.
“Lo único que hay que darles es tratamiento paliativo, para el malestar estomacal e hidratarlos. Al cabo de los tres días mejoran, pero si continúan con sus evacuaciones líquidas ya se puede considerar como algo más grave, y entonces sí se inicia un tratamiento con antibiótico”, abundó.
Otros de los síntomas que en algunos casos aparecen (además del dolor estomacal, la diarrea o el vómito) son dolor de cabeza, temperatura y hasta alergia cutánea y subcutánea.
“Estamos hablando de un 10 por ciento que puede agravarse y si no se trata la deshidratación eso sí nos puede provocar un ‘shock’ bulímico y empeorarse el paciente.
“Dependiendo qué tipo de bacteria sea es el antibiótico que debe de administrarse, así como la terapia y el riesgo de
mortalidad que pueda tenerse”, sopesó.
Sobre todo en niños pequeños y personas mayores la atención, destacó, debe ser más cuidadosa y oportuna.
HÁBITOS DE HIGIENE
El entrevistado recalcó que es preponderante acudir con el médico, pero estar también conscientes que en la mayoría de las veces solo se va a quitar el problema.
Pidió mantener una limpieza más consciente sobre los alimentos que la gente lleve a su boca.
“Especialmente en casa hay que lavarse las manos antes y después de acudir al baño, así como también antes y después de comer.
“Los alimentos lavarlos bien, desinfectarlos, los que tengan que hervirse hay que hervirlos bien. Verduras con sus gotitas de cloro para tratarlas. La mayoría de las infecciones transmisibles por comida es por la inadecuada cocción o mala higiene del alimento.
“Eso es lo más recomendable y estar muy conscientes de lo que menciono. La mayoría de las ocasiones se va a quitar sola la diarrea con o sin tratamiento”, expresó.
Si después de tres o cuatro días la persona continúa con la diarrea, añadió, entonces hay que revalorarla para buscar la causa.
“Se acude con el doctor y no necesariamente le tiene que dar antibiótico, sino calmar el malestar estomacal y pedirle que se hidrate.
“Porque muchas veces también los antibióticos limpian mucho la mucosa del estómago y es común que les va a dar más diarrea con el tratamiento. Una diarrea en tres o cuatro días se quita solita. Si le dan medicamento o no, va a desaparecer la mayoría de las veces, pero algunas ocasiones se automedican y empeoran su condición de salud, por eso es muy importante mejor acudir al médico”, recomendó.