Cd. de México.-
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut, 2012) 1 de cada 4 pacientes presenta complicaciones en los pies, y se estima que en México hay 12 millones de personas con diabetes mellitus tipo 2.
Irma Ceja Martínez, gerente Médico de Endocrinología y Nutrición de Grupo PiSA, explicó que la diabetes mal controlada daña los nervios, las venas y las arterias del cuerpo.
La afectación de los nervios conocida como neuropatía ocasiona que se adelgace la piel y se pierda sensibilidad, situación que no permite sentir el dolor de una herida, lo cual, aunado a la disminución de la circulación predispone una lenta cicatrización.
“Las heridas rápidamente se convierten en úlceras; éstas crecen en tamaño por la presencia de bacterias y se hacen profundas hasta llegar a lesionar tendones y huesos ocasionando infección del hueso, denominada osteomielitis. Una úlcera que no cierra se infecta y una infección frecuentemente genera gangrena”, subrayó.
La Federación Internacional de Diabetes y la Asociación Americana de Diabetes (IFD y ADA por sus siglas en inglés) recomiendan revisar e inspeccionar los pies, particularmente, el estado de la piel; callosidades, grietas y áreas resecas, además de detectar entre los dedos la presencia de hongos o humedad excesiva.
Asear los pies con agua y jabón neutro cuidando que el agua no esté demasiado caliente, para ello se aconseja verificar la temperatura con el codo o con la mano, ya que en una persona con esa enfermedad disminuye la sensibilidad y puede sufrir quemaduras.
Secar los pies muy bien después del baño es muy importante, aplicarles crema o aceite diariamente después del baño y del secado, así como evitar la zona entre los dedos para no generar humedad, son parte de las recomendaciones.