Monterrey, N.L.-
Con seguridad usted se ha entretenido con un LEGO, ese juego de armado de piezas pequeñas para formar autos, trenes y ciudades.
Su palabra viene de dos palabras danesas, leg godt (jugar bien) y se ha vuelto muy valioso para chicos y grandes.
De venta en súpertiendas de Estados Unidos y México, permite utilizar piezas de plástico que pueden ser reutilizadas y tienen un auge, no sólo para los niños, sino para los grandes también.
En la actualidad hay una obsesión de coleccionistas por formar personajes diversos como superhéroes de Marvel o DC, Star Wars, Disney o de cualquier película y serie de televisión.
“LEGO tiene su línea infantil que es Duplo con piezas grandes, es más fácil la psicomotricidad fina de los niños pequeños, pueden hacer algo en específico, jugar con las piezas, desde año y medio; luego las líneas se van sofisticado, y hasta hay líneas para adultos mayores como hacer una Torre Eiffel o un coche un auto Bugatti que pueden tener un costo de 15 mil pesos”, dijo Hugo Eduardo Rimada Peña.
Quien ha incorporado esta marca en su materia “Administración de Proyectos”, en el EGADE, la Escuela de Negocios del ITESM, señaló que si los papás les compran un juego de LEGO a uno de sus hijos, por sí mismo aprenderá a seguir instrucciones, algo que batallan los adultos hoy en día, indicó.
“Para un niño es muy útil, (aunque ya hay LEGO digital, lo pueden jugar en un celular), las instrucciones son simples, les enseña paciencia, a ser resilientes ante el fracaso que significa, les ayuda cerebralmente a diferenciar piezas, la forma de éstas, sus colores también”.
Además les ayuda a que tengan paciencia, porque podrán divertirse con el juguete hasta el final que lo armaron.
“No es solo rompe el empaque del LEGO para jugar con éste: No, hay que ver las piezas, cuidarlas, ordenarlas y al final si lo quieren desarmar lo pueden hacer, pero deben aprender a cuidar las piezas y conservarlas”, comentó el conductor del programa radiofónico “Erase una vez que se era” que se transmite los lunes por la 94.9 FM de Tec Sounds Radio.
Para los niños autistas, les puede servir para aprender a tener paciencia, a seguir instrucciones y saber que tendrán un juguete al final de su formado.
“Pero recomiendo que no los dejen solos, que esté con ellos algún hermano mayor, papá o mamá, no es para que no les den lata, sino hay que acompañarlos en el proceso inicial y final del armado del juguete”.
A los niños pequeños les ayudará a manejar la psicomotricidad fina, que puedan colocar una por una las piezas pequeñitas, a seguir las instrucciones con paciencia, a que aprendan a organizar, armar, después guardarlas; no morderlas, aunque son de plástico inocuo, no tienen nada dañino, pero esto ayuda a que el LEGO sea duradero”, indicó.
Quien tiene 11 años de usar Legos en sus cursos como administrador del proyectos, señaló que con sus alumnos les enseña a ser organizados y a trabajar en equipo.
“Lo que algo al usar LEGOs, enseño cómo se hace un proyecto, cómo se desarrolla, cómo se diseña, lo hacen en grupo en el salón de clases. Es como si les dijera ‘vamos a armar el Tren Maya’, tengo obviamente los trenes desarmados, con las vías y estaciones. La idea de usar Legos es realizar la simulación de un proyecto”, explicó el consultor en Dirección de Proyectos.
Rimada Peña señaló que un curso se ofrece con una duración de 24 a 44 horas, los alumnos lo usan hasta el final, tienen 2 horas para armarlo en un examen final; son cerca de 9 mil piezas, pero se crean equipos de 5 a 12 personas, dependiendo de lo que tengan que hacer, porque el proyecto los reta mucho”.
A algunos de los estudiantes les toca las vías de ferrocarril con dos personas, pero si tienen que hacer un avión pueden ser más, porque es un sistema multiservicios que requiere de un tren, conectado a un aeropuerto, con una Estación de Bomberos, Hospital de Emergencias, Estación de Autobuses, gasolineras, calles, como si fuera una ciudad real.
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Hugo Eduardo Rimada Peña
Consultor en Dirección de Proyectos
Instructor EGADE Business School