Reynosa, Tam.-
Propiamente los cálculos renales o piedras en los riñones por definición como tal, no existe, pero dicha patología se debe a la asociación de cristales, minerales y/o componentes que se adquieren en la dieta, ciertos efectos.
metabólicos o digestivos, que dan pie a la formación de lo que médicamente se denomina nefrolitiasis o nefrocalcinosis, detalló Lemuel Obed Meza Suárez.
El nefrólogo pediatra agregó que aunque este padecimiento no se presenta sólo en adultos, sino también en los menores de edad, donde los síntomas varían dependiendo de la edad de los pacientes.
Comentó que en general los niños mayores y adolescentes produce el cuadro típico del cólico nefrítico y su diagnóstico es más sencillo: dolor en la zona lumbar que se irradia hacia la pelvis y los genitales, dificultad para la micción, sangrado por la orina, náuseas, vómitos.
“En el caso de los pacientes pediátricos presentan dolor abdominal y en la parte posterior o en los flancos asociado con vómitos; en algunos casos aparece disuria, es decir, ardor al orinar o sensación de estar constantemente yendo a orinar, son manifestaciones sutiles, a veces sin dolor, ni otras manifestaciones aparentes”, explicó.
Añadió que existen factores que influyen para desarrollar la patología en los menores, como la poca ingesta de líquido, que están a la intemperie o que realizan ejercicio o actividad física constante.
“Esos son los pacientes que a futuro tiene riesgo a desarrollar lito renales, además de otros asociados como los genéticos, es decir, con antecedentes familiares con la misma enfermedad”, precisó.
LOS VARONES SON BLANCO
En cuanto al sexo en el que se presenta con mayor frecuencia advirtió que se ha visto mayor predisposición en los varones, principalmente porque inician su actividad sexual a temprana edad, asociado ello con lo infectológico.
Detalló que últimamente se ha incrementado la tasa de este tipo de patologías, en comparación con los años 90, debido a los cambios alimenticios de los pacientes menores de edad, así mismo como a ciertos cambios físicos.
“También hay sobrepeso en los niños, malos hábitos alimentarios provocados por consumir alimentos chatarra o procesados, con gran cantidad de sal o el consumo de refrescos, por ellos se incrementa el índice de litiasis o nefrolitiasis renal asociado de la misma manera a quienes consumen muy poco líquido”, afirmó.
LA INFECCION
Luego de mencionar que la etiología del padecimiento es producida por factores ambientales, dietéticos, infectológicos, metabólico o genéticos, advirtió que se desarrolla la nefrocalcinosis por infección, primordialmente, al acidificarse la orina.
“Si cambia el PH, es decir, aumenta la acidez en la orina, se ocasiona que haya una concentración diferente en el desecho líquido y provoca la infección, aunque por malos hábitos higiénicos que también se pueden adquirir”, precisó. Indicó que la existencia de un factor de riesgo se asocia a enfermedades futuras, pues de atenderse a temprana edad la nefrocalcinosis, puede evolucionar la enfermedad en la obstrucción o cálculo en el riñón y va a ocasionar daño en ese órgano, o bien, concluya con una enfermedad de riñón crónica.
“Ese es el principal riesgo en ese tipo de pacientes; lo que tratamos de evitar es que ese riñón se lesione y termine en paciente de diálisis o hemodiálisis y una pésima calidad de vida”, advirtió.
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
Para poder detectar dicho padecimiento se debe identificar perfectamente la sintomatología, de acuerdo con Meza Suárez, inicia con afectaciones en la vida diaria de los menores.
“Hay pacientes que llegan solamente con alteración en el color de la orina, eso puede causar no sólo en el paciente cierto temor al estar sangrando por los desechos, por lo riesgoso que esto pueda representar, sino también al familiar lo lleva a la atención médica”, explicó.
Detalló que el cambio de coloración en la orina atemoriza al paciente sobre algo muy grave que afecta la salud y puede confundirse con un tumor o algo más.
Sin embargo, puede ser la razón por la que se estudia detalladamente este tipo de pacientes, porque un sangrado en la orina no es normal y dijo que tampoco significa que el paciente se vaya a desangrar, sino establecer el origen, el porqué.
Principalmente iniciamos con un examen de orina, para detectar ciertas partículas que se llaman solutos o densidades que se mantienen en dicho líquido y éstas nos dan formaciones de cristales y se cristaliza”, explicó.
Agregó que en caso de duda, teniendo en cuenta que pueden presentarse litiasis e infección de orina en el mismo niño, una como consecuencia de la otra, ha de añadirse antibiótico al tratamiento.
“Otro estudio que se puede realizar para un buen diagnóstico es la ecografía abdominal. En algunos casos puede ser necesaria la realización de otras pruebas de imagen, tales como el Uro-TAC o la Uro-resonancia magnética”, detalló.
Dijo que en caso de producirse litiasis de repetición, o si existen antecedentes familiares, es recomendable que el niño sea valorado por un especialista en nefrología infantil.
Dado que produce un dolor intenso y que puede generar afectación del estado general y de hidratación en niños, se suele requerir hospitalización para administrar fluidos intravenosos y antiinflamatorios y/o analgésicos.
Los cálculos pequeños suelen expulsarse espontáneamente, con la micción. Los más grandes suelen necesitar tratamiento con litotricia (una técnica que favorece la fragmentación del cálculo) o finalmente de una cirugía.
Añadió que tras identificar la etiología producida por factores ambientales, dietéticos, infectológicos, metabólicos o genéticos, se define el plan estratégico, iniciando con inculcar mayormente a los pacientes y familiares el consumo de agua.
“Los pequeño que padecen dicha enfermedad oscila entre los 5 ó 10 años y en la medida en que estos pacientitos van llegando a su adolescencia se va incrementando la patología”, comentó.
Precisó además que si el paciente es menor de 10 años, es obvio que sus padres se encarguen de él, por ello, la importancia de inculcar una buena hidratación, disminuir el consumos de ciertos alimentos que incrementan los minerales.
“Por ello tratamos de mantener una relativa restricción en este tipo de alimentos y la respectiva hidratación, de al menos, dos litros de agua por día, para tratar de mantener la mayor fluidez del volumen urinario”, expresó.
NÚMEROS EN EL MUNDO
El medico comentó que en México lastimosamente no hay una tasa de incidencia para este tipo de patología, mientras que en Estados Unidos se ha presentado un incremento del doble en los enfermos.
“Antes de los noventa estaba en un 7 por ciento de la población y actualmente se ubica en un 14, cifras que se maneja la Unión Americana… Es importante conocer que en las últimas décadas se ha producido un incremento progresivo del número de personas que la padece, así como un adelanto en su edad de aparición, de tal forma que en los últimos años se ha multiplicado por cinco su incidencia en la infancia” explicó.
LAS CAUSAS COMUNES
Obed Meza Suárez precisó que las causas son múltiples, en algunos casos existen alteraciones genéticas que producen un cambio del metabolismo, que puede favorecer su aparición.
Por ello enlistó algunas como la hipercalciuria idiopática, que es la anomalía metabólica de origen genético; la hipocitraturia, es decir, la eliminación del ácido cítrico; hiperoxaluria, desorden metabólico hereditario; la hiperuricosuria, es la eliminación incrementada de ácido úrico y la cistinuria, causada por un exceso de cistina en la orina; todos ellos, casos en los que suele haber antecedentes familiares de personas con cálculos renales.
El médico explicó que en otros casos pueden verse favorecidas por la existencia de infecciones de orina o de malformaciones de los riñones o de la vía urinaria. No obstante, el incremento antes mencionado parece deberse a los cambios en los hábitos dietéticos que se han producido en los últimos años.
“Por un lado, el exceso de sal, de calcio (en productos lácteos), de oxalato (presente en el chocolate y los refrescos de cola) y de proteínas de origen animal favorecen la formación de cálculos renales. Por otro lado, el descenso del consumo de nutrientes ‘protectores’ frente a su producción, tales como las frutas, verduras, n legumbres y cereales integrales”, precisó.
CAMINO A LA MUERTE
Advirtió sobre la importancia de prevenir ese tipo de padecimientos, ya que a nivel mundial las enfermedades renales crónicas alcanzan la cifra de 800 millones de pacientes con estas patologías, de los cuales 200 millones son menores de edad; por lo que reiteró es primordial prevenirlo y darles al importancia que se debe.
“Y es que puede ser mortal; pues hay complicaciones a futuro; tratándose de una enfermedad renal crónica lleva a dificultades a nivel de sangre; son pacientes que viven con anemia severa, o pueden desarrollar a gran escala enfermedades cardiovasculares o por su misma tonicidad renal desarrollar defectos a nivel óseo, son muchas complicaciones a nivel crónico renal”, afirmó.
Ante lo anterior recomendó educar a los hijos con una buena y sana alimentación casera y equilibrada, además inculcar tomar suficiente agua e hidratarse bien; más si viven en un lugar caluroso o donde se pierdan demasiados líquidos.
“Lo ideal es la hidratación con agua no sustituirla por refresco. Además de actividad física para evitar incremento de peso, ya que también se ha visto en relación con este tipo de patologías”, expresó.