Reynosa, Tam.-
Moda o no, actualmente pocas personas consumen leche entera, la prefieren deslactosada para evitar problemas estomacales, lo cierto es que no es necesario consumir leche en absoluto.
La nutrióloga Jéssica Gama Meléndez afirma que es un mito que consumir leche sea beneficioso para la salud, pues asegura que no es necesaria la ingesta de lácteos para obtener los nutrientes que ésta tiene.
“La lactosa sólo es bien digerida durante la primera etapa de la vida, en la leche materna; cuando se continúa el consumo, pero después de vaca, ésta contiene niveles más elevados de caseína, misma que hace la digestión más complicada y al ser de origen animal se crea una mucosa a nivel intestinal causante de la mala absorción de muchos nutrientes y en algunos casos desnutrición”, dijo la también egresada de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Gama Meléndez mencionó que el consumo continuo de la lactosa es que hace que el cuerpo aprenda a digerirla y se acostumbre.
Aunque si se suspende su ingestión y luego se retoma presentando problemas estomacales, quiere decir que no es tolerante a la lactosa y debe de evitarla.
“La leche no es un producto necesario, hay otras maneras de encontrar las proteínas, los carbohidratos y las grasas como en los alimentos de origen animal, ya sea huevo, pollo pescado y carne; los carbohidratos en frijol, lentejas y arroz integral, mismos que tienen proteínas de origen vegetal, tienen carbohidratos y fibra”, dice la nutrióloga.
Expresó que se ha debatido mucho sobre lo beneficioso o perjudicial de los lácteos, pero independientemente de eso, quienes son intolerantes deben consumir leche deslactosada, de preferencia, que es mucho mejor que consumir la entera.
“La grasa de la leche no es benéfica. Digamos que es común y a veces saturada dependiendo de que mamífero se obtenga el lácteo, en general no es un producto necesario para el consumo”, dijo la educadora en diabetes.
La especialista en alimentación afirma que la lactosa en sí no tiene un beneficio, sino más bien los nutrientes que tiene la leche, por ello se debe buscar una que sea leche de origen animal, que no tenga azúcar agregada, que sea 100 por ciento leche.
“Si va a ingerir leche entera que sea de una vaca de libre pastoreo, orgánica y que no esté llena de hormonas, por ejemplo, hay una que venden en Estados Unidos que viene etiquetada así “orgánica” y sólo cuando el estómago la digiera. Una no recomendada es la Nutrileche, pues no es leche, es un producto lácteo enriquecido con vitaminas”, advirtió Gama Meléndez.
Para quienes no son tolerantes a la lactosa ni a la grasa de la leche les recomienda las lechadas, como se les llama a los productos lácteos de soya, coco, almendra o nuez.
“Para detectar que son intolerantes a la lactosa se presentan síntomas como malestares estomacales, gases e inflamación y lo mejor es evitar su consumo”, expresó la nutrióloga.
Puntualizó que los derivados de la leche como queso, yogurt o crema, no afectan a los intolerantes, pues esos no tienen lactosa, ya que durante su proceso de fermentación se extrae un líquido en el que se queda la lactosa.
“Los derivados no contienen nada que nos provoque afectación, al contrario, son tan buenos para el consumo que pueden ayudar para la digestión después del plato fuerte durante la comida”, explicó la especialista.