Reynosa, Tam.-
La constante exposición al ruido y los altos niveles de música, así como el uso desmedido de audífonos, pueden ocasionar pérdida auditiva a temprana edad a partir de los 30 años o antes de lo normal, advirtió La doctora Cinthia Pérez Rodríguez, otorrinolaringóloga adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) N° 15 del instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Reynosa.
Reveló que en la actualidad, es común que personas de 40 años de edad que acuden al servicio médico ya presentan algún grado de sordera. Por esta causa, dijo, es vital que los jóvenes adquieran conciencia de lo que les puede pasar en los siguientes años de su vida.
La especialista del IMSS señaló que la aparición intermitente de un zumbido en uno o ambos oídos, así como la dificultad para entender o identificar palabras en una conversación, son las primeras manifestaciones de pérdida progresiva de la audición, que hacen inminente la visita al médico.
Pérez Rodríguez explicó que para la oportuna detección de la sordera es necesario acudir a valoración con el especialista, realizar estudios de audiometría y equipos de emisiones otoacústicas, que permiten identificar las frecuencias y gravedad del daño en el oído.
El ruido, indicó, devasta las células nerviosas encargadas de la audición y el deterioro es definitivo, y por la gravedad del daño es necesario utilizar prótesis auditivas, medicamentos oxigenantes y vitamínicos que contribuyen a una mejor calidad para escuchar, sin embargo, la función auditiva no se recupera en su totalidad.
En el mismo sentido detalló que el volumen alto en discotecas, cine, televisión y uso prolongado de audífonos, en adolescentes y jóvenes, genera riesgo de sordera 30 años antes de lo habitual, por ello, dijo, para prevenir las secuelas, lo ideal es limitar el volumen hasta 60 decibeles, ya que más de 80 ocasiona alteraciones en el órgano auditivo, por la intensidad de las vibraciones que genera el ruido.
Para finalizar, la doctora del Seguro Social recomendó a la población que está expuesta al ruido excesivo por trabajo y en el tráfico, utilizar protectores o dispositivos en los oídos que filtren y reduzcan el sonido ambiental.