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Madrid, Esp./ Agencia Xinhua.-
Combatir la soledad y el aislamiento es el objetivo este año del programa estatal de viajes turísticos subvencionados para los jubilados españoles que, entre octubre y junio, los llevará por diferentes puntos de la geografía del país, ya sean destinos de sol y playa o escapadas culturales y a la naturaleza.
“En la vejez, las redes sociales disminuyen, porque la red se hace más pequeña (empieza a fallecer gente del entorno cercano), pero también porque hay más dificultades para relacionarse tras dejar de trabajar, con lo cual las personas se quedan más solas”, explicó a Xinhua el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
Participar en este tipo de viajes es “un elemento que favorece, en un entorno amable y que promueve la relación entre las personas, la minimización de las percepciones de soledad y de aislamiento”, detalló.
“De hecho, los viajes acaban pero, muchas veces, las relaciones entre las personas no. Y hoy, a través de las redes o de las aplicaciones de mensajería, se siguen manteniendo las relaciones recién creadas. Se conocen personas nuevas de tu provincia y eso ayuda a que esa relación se siga manteniendo”, agregó.
Según los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 41,7 por ciento de las personas que viven solas en España tiene 65 años o más. Y, en muchos casos, la soledad se va agravando a medida que se van cumpliendo los años, sobre todo entre las mujeres.
El veterano programa de viajes, organizado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), perteneciente al ministerio, comenzó en la década de 1980, una época en la que uno de los elementos para mejorar el bienestar de las personas mayores era que pudieran conocer otros lugares fuera de donde vivían.
En aquel entonces, se trataba sobre todo de gente del mundo rural, produciéndose una explosión de interés por conocer el mar y también por relacionarse con otras personas.
Los viajes subvencionados por el Gobierno, con un presupuesto de 318,73 millones de euros este año, se agrupan en tres grandes grupos: costa peninsular, costa insular y turismo de escapada y naturaleza, que cada vez gana más popularidad.
En cuanto al precio para los usuarios, un viaje por ejemplo a la zona costera del sur y el este peninsular de ocho días, a pensión completa y con transporte incluido, cuesta unos 230 euros. Ir a las islas Canarias (océano Atlántico) en un viaje similar, 355 euros. Y una escapada a la naturaleza, de cinco días, unos 286 euros.
La otra faceta del programa, explica el ministerio, es mantener el empleo estacional en el sector turístico, especialmente hotelero, pues los viajes empiezan a comercializarse ya desde finales de septiembre y pueden realizarse de octubre a junio. De esta forma, mitigan la estacionalidad del sector turístico, al evitar la pérdida de muchos puestos de trabajo durante la temporada baja.
Los viajes se han ido adecuando al perfil de los usuarios, “buscando siempre que se enmarque en la prestación de un servicio público orientado a la mejora de la calidad de vida y del envejecimiento activo de las personas mayores como elemento central de la prestación”.
Una encuesta publicada por el instituto en 2023 indicó que el 90,8 por ciento de los usuarios considera que este programa es “muy bueno” o “bueno”. Y detectó que un 66,1 por ciento de los pensionistas repiten los viajes año tras año.
Esta temporada se ofrecen las mismas plazas que la pasada: 886.269, de las cuales el 50,08 por ciento (443.887 plazas) son para turismo de costa peninsular; el 25,96 por ciento (230.039) se destinan al turismo de costa insular, mientras que el 23,96 por ciento (212.343) se reservan para el turismo de escapada.