Reynosa, Tam.-
Un antibiótico es una sustancia sólida o líquida que actúa sobre una bacteria durante alguna enfermedad y tiene diferentes mecanismos de acción.
En algunos casos actúan sobre la síntesis proteica de la bacteria y en otros inhiben pasos de esa bacteria en su proceso de multiplicación.
El antibiótico, a diferencia de otros fármacos, va específicamente contra las bacterias para destruirlas y recobrar la salud del paciente.
El pediatra neonatólogo Manuel Ruíz Díaz recomienda la administración en menores de edad sólo ante un problema de salud en el que un cultivo o examen determine que el padecimiento es bacteriano.
Y nunca debe aplicarse, si clínicamente o de acuerdo a un análisis de laboratorio no se precisa que el problema es generado por ellas.
Para el médico, primero debe vigilarse la evolución del paciente por 48 horas y en caso de que persista la fiebre, algún cuadro diarreico o secreción nasal es cuando se suministra un antibiótico. De lo contrario, primero receta un tratamiento sintomático.
Ruiz Díaz asegura que los efectos del consumo de antibióticos no vuelven inmunes a los enfermos, sino que la bacteria genera memoria contra el o los antibióticos recetados previamente, lo que le permite defenderse de él y es cuando se debe cambiar el antídoto para evitar que la capa protectora de la bacteria se resista a ser eliminada.
“Cuando la bacteria ya creó ese mecanismo de protección, tenemos que utilizar antibiótico de otras familias como las de amplio espectro; en algunos casos y, si existe la duda, se realiza un análisis denominado antibiograma que sirve para detectar específicamente a cuales antibióticos es sensible la bacteria y hacer un cambio del medicamento”, mencionó el neonatólogo.
Las ventajas de utilizar antibióticos es el destruir a la bacteria. Hay algunos que inhiben completamente la síntesis de proteínas de la pared de la bacteria y automáticamente con eso se destruyen, por lo que se da una mejoría inmediatamente en el paciente.
Recordó que el hecho de que anteriormente mucha gente recurriera de forma indiscriminada a automedicarse, trajo como consecuencia que se creara una resistencia de los organismos a las bacterias y ahora hay que utilizar antibióticos más potentes para tener el efecto real sobre ellas.
El pediatra se declara totalmente en contra de medicar al bebé y recomienda a los padres de familia tomar conciencia sobre hacerlo, en específico a los menores de edad, para evitar que se recurra a antibióticos más fuertes o más caros ya que el suministrar antibióticos sin receta a un menor, le crea una insensibilidad a estos.