Reynosa, Tam.-
Un niño está en el comedor listo para degustar su platillo favorito, llega su mamá y se dispone a sentarse junto él, en una silla vacía, cuando el niño grita: “¡no mamá, ahí está mi amigo!”, ante la incredulidad de ella que no entiende qué está pasando.
La explicación a esto es: un amigo imaginario.
Un amigo imaginario es alguien que en realidad no existe, pero que el niño ve como si así lo fuera.
La psicóloga Arely Martínez Jiménez, dijo que la creación de un amigo imaginario se presenta entre el 50 y el 70 por ciento de los niños y es algo temporal, no estacionario.
Un artículo publicado en la edición digital del periódico El País, titulado “¿Por qué surgen los amigos imaginarios en la infancia?”, menciona un estudio realizado por la Universidad de Washington y la Universidad de Oregón.
En él se dice que dos de cada tres niños, de entre 4 y 7 años, tienen un amigo imaginario.
Dice también que de la muestra que consideró a 152 niños, el 70 por ciento eran hijos únicos o primogénitos.
“No genera ningún problema, no es nada grave y es normal dentro del desarrollo de los niños, puede darse entre los 2 a los 4 años y terminar entre los 7 u 8 años”, dijo.
Es en esta edad donde su pensamiento se vuelve más lógico y racional.
Explicó que regularmente se da en los niños que no tienen mucha comunicación con otros niños o que están aislados.
“Los niños buscan ser un poco más sociables o desarrollar su imaginación, ayuda mucho en la creatividad”, agregó.
Explicó que puede presentarse en niños cuyos padres trabajen y no están suficiente tiempo con ellos.
“Además en la escuelita no conviven con todos los niños, o nada más están con adultos que no les estimulan la creatividad o que son solamente cuidadores”, comentó Martínez Jiménez.
¿CUÁNDO PREOCUPARSE?
Algunos padres se preocupan cuando ven este comportamiento en su hijo, inclusive algunos se asustan pensando en algún suceso sobrenatural.
“Hay que preocuparse cuando el niño diga o realice algún comportamiento negativo supuestamente incitado por el amigo imaginario, por ejemplo, que le diga que no juegue con los papás, o que son malos, ahí ya entran cuestiones emocionales y psicológicas”, agregó.
Se convierte en un escaparate para expresar alguna molestia o carencia afectiva.
“Cuando el niño diga que su amigo le pide hacer cosas malas, los padres le recordarán las cosas buenas que le han enseñado por lo que no debe comportarse de esa manera, depende de la situación y el contexto que se esté viviendo”, detalló.
CON CALMA Y COMPRENSIÓN
La especialista en Modificación de Conducta recomendó a los padres de familia acercarse a sus hijos y participar en sus juegos y actividades.
“Pueden armar rompecabezas, leer cuentos o actividades de ese tipo, si te empiezas a incluir va a llegar el momento en que tu niño va a descartar a su amigo por incluirte a ti, porque ya hay una interacción y va a preferir siempre a papá o mamá”, explicó la experta.
Instó a los padres a tomar la situación con calma, observar la situación y formar su propio criterio, pero sobre todo, a descartar opiniones y comentarios de terceras personas que, aunque quizás estén bien intencionadas, no conozcan sobre el tema.
No se les debe regañar, por tener un amigo imaginario, pero tampoco fomentarles la existencia de uno.
“Al jugar con su amigo imaginario ellos te hablan de sus necesidades, aunque es parte de la estimulación y la creatividad, salen a flote emociones y sentimientos”, expresó.