Embolización de miomas uterinos
Reynosa, Tam.-
Lo que surgió como un procedimiento paliativo se volvió un gran avance para la ciencia médica. Cada vez son más mujeres las que eligen esta opción que no resulta tan invasiva al organismo y soluciona eficazmente problemas de fibromas.
De acuerdo con estadísticas, al menos entre el 40 y el 50 por ciento de la población femenil presenta miomas en alguna etapa de su vida, los cuales son tumefacciones o bolitas que se forman dentro de la matriz.
Por esta razón, hasta hace algunos años, a muchas personas les tenían que retirar el útero y con ello, desafortunadamente, perdían la oportunidad de ser madres o producir hormonas, pero los médicos descubrieron un tratamiento efectivo y seguro para darle solución a este problema de salud pública.
“Un neuroradiólogo francés –trabajando con un equipo de ginecólogos– tenía a una paciente con unos miomas que estaban sangrando mucho. Se les ocurrió que si tapaban la circulación de las arterias uterinas se detendría la hemorragia mientras la operaban.
“Al paso del tiempo se dieron cuenta que los fibromas se habían reducido de tamaño, que el sangrado se quitó y entonces aquella maniobra se pensó como una alternativa viable de tratamiento, pues ya no fue necesario realizar la cirugía.
“Es así que desde 1994 hasta la fecha es una excelente opción. Más o menos en Estados Unidos se tratan de unos 130 a 150 mil pacientes por año, de embolización uterina”, refirió Víctor Humberto Salas Mejía, radiólogo intervencionista del Hospital Santander de Reynosa.
Este médico general y especialista por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), detalló que dicho procedimiento se está utilizando para proteger lo mayor posible al organismo.
“Si bien, la mitad de la población femenil los tiene, no todas las pacientes con miomas presentan síntomas o deben ser tratadas”, expresó.
RELACIÓN OBESIDAD
El entrevistado comentó que el sobrepeso está relacionado con casi todas las enfermedades y en la aparición de fibromas no es la excepción.
“El exceso de peso en el organismo sí es un factor pivote que puede desencadenarlos; sin embargo, no en todos los casos se presentan síntomas pero, por lo general, la primer manifestación que van a dar es sangrado transvaginal y sangrado anormal.
“Esto quiere decir que una paciente puede presentar sangrado cuando no le toca su periodo, o el día que lo tenga, el sangrado es excesivo, más de lo común.
“Éste es un indicio en mujeres con miomas. El otro cuadro es que estas bolitas o tumores en el útero pueden ir aumentando de tamaño y comprimir estructuras que están ahí, originando otras molestias”, advirtió Salas Mejía.
El especialista expresó que dichas tumefacciones en algunos casos empujan partes del organismo como la vejiga, o el colon y, dependiendo de lo que estén comprimiendo va a ser la sintomatología, como estreñimiento e infecciones de vías urinarias de repetición.
–¿Qué tan factible es que un mioma pueda convertirse en sarcoma?
“Como tal es una tumefacción que consideramos benigna; empero como el 0.4 por ciento de todas las pacientes con nódulos o tumoraciones en la matriz puede ser que tengan un sarcoma.
“No significa que el mioma se haya transformado en cáncer, sino que simplemente hubo una tumoración que siempre fue maligna”, sopesó.
Este radiólogo intervencionista también reconoció que el crecimiento de fibromas puede ser simultáneo durante la etapa de gestación.
“Estas bolitas salen a partir del músculo del útero y pueden estar desde antes, durante o aumentarse con las hormonas del embarazo de una manera significativa.
“En algunas ocasiones es en ese periodo cuando las descubrimos, pero no es que por el embarazo se hayan generado”, aclaró.
MÉTODOS Y SOLUCIONES
Salas Mejía ponderó que convencionalmente existen procedimientos médicos para atacar los miomas, que van desde bloqueadores de hormonas hasta
las operaciones y la embolización.
“En el caso de los primeros por lo regular el tratamiento se aplica en pacientes que tienen la patología y que se encuentran en una etapa que llamamos perimenopáusica. Eso quiere decir que están por arriba de los 40 años de edad, próximos a estar en la menopausia y a no tener periodos menstruales.
“De modo que buscamos no someterlas a un riesgo quirúrgico y le damos tratamiento médico, que generalmente no debe de excederse más de seis meses.
“Pero esto conlleva a los riesgos de utilizar medicamentos. Los hormonales generalmente están relacionados con eventos de trombosis y pueden estimular otros tipos de crecimientos”, ilustró.
El otro método, agregó el médico, es la histerectomía, que significa quitar la matriz por completo.
“No para todas las pacientes es una opción, pero es el tratamiento convencional. Otra de las alternativas es la miomectomía, que es hacer una cirugía o procedimiento quirúrgico, ya sea por laparoscopía, o abierto, una cirugía convencional y remover el mioma de la pared del útero.
“Y la otra alternativa, que es de la que estamos hablando el día de hoy es la embolización: es un método que va a ser, mediante un acceso vascular, una punción de unos cuantos milímetros, que generalmente es en la ingle; pasamos un catéter muy flexible y llegamos a la arteria que está nutriendo el útero”, indicó.
Salas Mejía manifestó que se llega a la vena mediante métodos de imagen, lo cual le permite a los doctores tener un panorama muy acertado para atender a las pacientes.
“Como una sala de hemodinamia o fluoroscopía, podemos ver el flujo vascular, el cómo está llegando la sangre a estos miomas. De manera selectiva lo metemos al vaso especifico que está dando la irrigación y ponemos agentes embolizantes.
“Estos son partículas que van a bloquear la circulación especifica de las tumoraciones y de esa manera disminuye el tamaño, desapareciendo en algunas ocasiones y dejando el espacio de cicatrización”, dijo.
MÁS RÁPIDO Y SEGURO
El entrevistado expresó que la embolización como alternativa es un procedimiento de mínima invasión.
“Generalmente al día siguiente o dos la paciente se va de regreso para su casa. Se puede reincorporar a sus actividades cotidianas de una manera más temprana que una cirugía convencional y tiene la ventaja de que conserva su matriz.
“Esto puede ser por ejemplo en mujeres que quieren ser mamás. Mantienen su útero y la oportunidad de embarazarse.
“O en personas por la razón que sea, que tengan un riesgo quirúrgico muy alto o que el tumor sea muy grande, entonces la cirugía o la miomectomía no es una alternativa, pero esto sí es una opción muy viable”, recomendó.
–¿Todas pueden ser candidatas?
“Básicamente sí, todas las mujeres que tengan miomas y síntomas. Definitivamente lo que hay que analizar es qué es lo que se va a tratar, si es la sintomatología, la reducción del volumen o resolver por completo el problema, dependiendo la etapa en la vida de la paciente.
“Por ejemplo, una persona que ya está próxima a entrar en un periodo de menopausia, probablemente con tratamiento médico se pueda sobrellevar y no se necesite someter a un procedimiento quirúrgico.
“O una mujer que el mioma sea accesible, pues se puede hacer una miomectomía. Entonces, dependiendo de la localización va a escogerse la mejor alternativa”, enfatizó.
Por su experiencia el especialista comentó que hay fibromas que pueden llegar a pesar hasta dos kilogramos.
“En algunas ocasiones son casi del tamaño de un bebé y eso condiciona el efecto de masa, un volumen significativo que va a tener las complicaciones de lo que hablábamos: que comprime estructuras, da sensación de pesantez, problemas de sangrado, del tracto urinario, mucha incomodidad durante las relaciones sexuales. Esas son algunas manifestaciones”, señaló.
Considerando que muchos de los pacientes que visitan la frontera de Tamaulipas para un tratamiento médico provienen de Estados Unidos y Canadá, es importante informar que el Santander es un centro médico certificado, el cual cuenta con los equipos más modernos y destacados especialistas, como en el caso para llevar a cabo la embolización de los miomas uterinos.
“Es una alternativa conocida de tratamiento, muy estudiada, documentada. No es un procedimiento experimental. Es algo que se hace en muchas partes del mundo, tenemos el equipo y estamos capacitados para poder presentarlo como un procedimiento real para nuestros pacientes”, destacó el doctor Víctor Humberto Salas Mejía.