Cd. Victoria, Tamps. / Mayo 13.-
La Mesa Directiva del Congreso local suspendió la sesión de éste miércoles debido a un conato de pleito en el Salón de Sesiones y reiniciarán una vez que se haya restablecido el orden.
Previo al inicio de sesiones un grupo no mayor a cinco personas colocaron una enorme manta en el área de butacas en donde calificaban a los diputados del PRI de “agachones y corruptos”, el grupo era liderado por la diputada del PRD, Diana Chavira Martínez: “Diputados del PRI, corruptos y agachones”, con letras rojas y negras y en fondo amarillo.
La legisladora del Sol Azteca argumentó que el motivo de su manifestación con la manta es por las acciones de los diputados priístas al aprobar leyes que a su juicio perjudican a los tamaulipecos.
Una vez que inició la sesión, por sugerencia del diputado panista Jorge Díaz Casillas la manta fue colocada al frente de la Mesa Directiva, justo en los lugares de los secretarios.
Chavira en compañía de un hombre y del legislador panista la pusieron de manera visible, y en ese lugar se sentó la diputada perredista.
Luego de intentarlo tres veces y ante el nulo caso que hizo Chavira y su grupo, los diputados del PRI Mario de la Garza y Pedro Carrillo se acercaron al lugar para quitarla.
Chavira desesperada fue a seguirlos y justo a un lado de la Tribuna se armó la trifulca en donde también intervino Martha Guevara de la Rosa quien pedía respeto para su bancada.
El presidente de la Junta de Coordinación Política, el priísta Felipe Garza Narváez, observaba desde su curul e instruía a Norma Dueñas a seguir con el transcurso de la sesión. Esta a su a vez insistía en que no debían faltar respeto al recinto y también solicitaba a los medios dejar seguir con el evento.
Nadie le hacía caso. Martha Guevara exigía a la perredista tener respeto, esta le decía que con las acciones de los priístas al aprobar leyes que a su juicio perjudicaban a los tamaulipecos, era una falta de respeto mucho mayor.
Días Casillas estaba entre el montó también exigiendo que dejaran en paz “a una mujer”.
Otra señora con playera amarilla que venía con Chavira gritaba desde atrás del montón “déjenla, es una mujer, métanse con alguien de su tamaño”.
Mario de la Garza encaró a Díaz Casillas, y Martha Guevara lo hacía con la perredista.
Entonces, Felipe Garza pidió orientación con los asesores parlamentarios, quienes le dijeron que podía pedir un receso.
Raúl de la Garza terminó de leer su iniciativa, a la cual nadie le prestó atención, ésta estaba puesta en el alboroto a un lado de la Tribuna.
Las cosas se calmaron, los priístas devolvieron la manta pero con la condición de que la guardara, Chavira accedió, pero segundos después la volvió a colocar en el área de los secretarios, ahí se sentó.
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