CD. VICTORIA, TAM.- Pese a que acuden a las manifestaciones para solicitar apoyos de las distintas dependencias, lo cierto es que el monto económico que desembolsan los manifestantes es alto.
Lo anterior queda de manifiesto tras la información proporcionada por el propio líder de la Central Campesina Cardenista Democrática triple ‘C’, Jorge Luis González Rosales, quien asegura que son los propios manifestantes los que solventan esos gastos.
En el caso de la serie de manifestaciones realizadas este lunes y martes en la capital del estado, en la que el primer día se sacrificó una vaca para alimentar a los asistentes al plantón en la Sagarpa los costos aportados fueron por más de 16 mil pesos.
Y es que de acuerdo a González Rosales, el costo del animal sacrificado que pesó alrededor de 400 a 430 kilogramos con un costo de 16 mil pesos, pero serviría para proveer de dos comidas del martes y las dos de este miércoles a los manifestantes.
En el caso de los dos cerdos que trajeron para sacrificar y alimentarse, González Rosales dijo que cada uno tiene un peso de aproximadamente 140 kilos y su costo es de entre cuatro mil a cuatro mil 300 pesos.
El líder de la triple ‘C’, aseguró que los animales utilizados para su consumo cumplen con todas las reglas de sanidad.
“Las normas depende como las quieran tomar, pero si ustedes checan las vacas por la traila en que venía, pasó por las casetas trae sus pruebas de brucelosis, tuberculosis, ahí traemos los documentos”, planteó.
Agregó que algunos miembros que no pudieron acudir a los plantones de todas maneras enviaron su cooperación bien sea en efectivo o en especie.
“Algunos cooperaron con papa, chile, tomate o cebollas. En el carrizal se cosecha mucho chile hay compañeros que nos dieron varias arpillas, otros compañeros en El Porvenir nos dieron tomates y en Altamira consiguieron la cebolla barata”, apuntó.
Este día se pudo constatar que en el estacionamiento de la Sedatu una camioneta acudió con diversas vaporeras con arroz, salsa verde y barbacoa y botellones de jugos a proporcionar esos alimentos a los manifestantes quienes de inmediato hicieron largas filas para poder disfrutar del menú.
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