Reynosa, Tam.-
El domingo 27 de junio al mediodía un matrimonio de doctores -contagiados de Covid-19- eran trasladados de urgencia por la autopista de Matamoros a Reynosa para ser atendidos en la clínica 270 del IMSS. Pero la lucha de sus colegas por salvarles la vida duró poco. Ambos murieron en el lapso de cuatro días.
Supe esa historia de voz de un médico, quien en esos días atendía a mi hermano César Felipe Jiménez Castillo, actualmente intubado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El galeno había solicitado con urgencia plasma al doctor Manuel de la O Cavazos, secretario de Salud de Nuevo León, ante la gravedad de José Alfredo Jiménez Turrubiates y Elizabeth Guardiola Leija.
Un día antes del traslado de los esposos a la clínica 270 mi hermano César había recibido plasma. Y había esperanzas para poder mejorar las graves condiciones de salud con la transfusión de anticuerpos que combatirían el Coronavirus.
De 54 años él y 53 ella, Leal requería unidades de plasma de sangre tipo A positiva y O positiva, respectivamente. No supe si el “suero de la sangre” llegó.
Nuevo León fue el primer Estado en el país en usar los anticuerpos que se encuentran en el plasma de pacientes recuperados de Covid-19, obteniendo resultados positivos entre un 70 a 80 por ciento de los pacientes, que no tienen otros padecimientos graves, salvando su vida, dijo De la O Cavazos.
El jueves 2 de julio falleció el ginecólogo, mientras este lunes 6 trascendió sobre la muerte de su esposa durante la madrugada.
Que en paz descansen ambos doctores.