Matamoros, Tamps. / Dic. 22
“En esta navidad debemos de aprender a valorar los pequeños detalles y no irse por la vertiente del consumismo de apreciar a los demás por un regalo o apreciar al otro por su capacidad económica” dijo el obispo de la Diócesis de Matamoros, Faustino Armendáriz Jiménez.
Dentro de su mensaje navideño, además de los buenos deseos, el obispo consideró necesario el dejar secuestrarnos por Dios para que acapare nuestra atención.
“A pesar de la crisis, de las situaciones difíciles, de las agresiones a la dignidad de las personas tal y como el mismo Cristo sufrió, se debe reflexionar sobre la grandeza de Dios”, indicó el obispo.
Luego de haber vivido el Adviento como tiempo propicio de preparación a la celebración de la natividad del Niño Dios, aseveró que conviene tener presente un panorama de lo que significa e implica el magno acontecimiento: primeramente una invitación a revalorar el misterio de amor de un Dios creador que camina junto con sus criaturas; de un Dios Padre que no escatima en hacerse presente en el Hijo para bien de sus hijos.
“En esta Navidad tenemos la oportunidad de situarnos en el espacio y tiempo en que Dios propicia nuestra Redención, un momento sublime en que Dios se acerca a tocar las puertas de nuestro corazón para solicitar humildemente posada, hermoso preludio de una pascua anticipada”, expresó.
Asimismo, agregó que somos testigos de una violencia generalizada en los diversos estratos de la sociedad, y de la cual, no están excluidas nuestras propias familias y comunidades, por lo que ante este panorama se puede contemplar en la Familia de Nazaret un claro ejemplo de esperanza ante las adversidades temporales.
“Debemos de ser participes del nacimiento de Jesús en Belén es comprometernos asiduamente con el sufrimiento de aquellos hermanos que se encuentran en estado de completa indigencia y vulnerabilidad y que además, son víctimas de intereses mezquinos y desordenados.
El obispo invitó a la sociedad a leer sobre el nacimiento de Jesús en el evangelio de San Lucas así como en el capítulo 4 en su versículo 18 en donde se habla del programa de vida de Jesús sobre la evangelización de los pobres.
Armendáriz Jiménez elevará su suplica para que todos los proyectos personales, familiares y pastorales se ofrenden en espacios celebrativos y que juntos se pueda recitar que el Emmanuel ha nacido en nuestros corazones.
“Que la paz del Dios sea con nosotros y permanezca en nuestros corazones en esta celebración”, finalizó.
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