CD. VICTORIA, TAM.- El dirigente del sindicato de trabajadores de centros comerciales en esta capital, Julio César Marín Juárez, exigió se amplíe el horario del transporte público para salvaguardar la integridad de los empleados que terminan su jornada laboral en altas horas de la noche.
Lo anterior luego de referir que en las últimas semanas al menos unos ocho empleados han sido asaltados debido a que salen muy tarde de sus centros de trabajo.
Destacó que en esta capital desde hace algunos años dejó de transitar en el horario que lo hacía que era cerca de la media noche.
“Para las ocho de la noche e incluso algunos a las siete de la noche ya no hay microbuses, cuando antes dejaban de trabajar a las 12:00 de la noche y ahora lo suspenden temprano”.
Consideró que este es un tema que se debe plantear en forma urgente a las autoridades correspondientes para que tomen cartas en el asunto.
Uno de los peligros a los que se exponen los empleados al quedarse sin transportes es que los asalten, que sean víctimas de los delincuentes o en el mejor de los casos, recorrer largas distancias a pie para poder llegar a sus hogares.
Insistió en que el sindicato tiene informes de que al menos en ocho casos los empleados han sido asaltados, sin que afortunadamente la situación llegue a más.
Por ello adelantó que tendrán que buscar un acercamiento con las autoridades del gobierno estatal para buscar a la vez un acuerdo con los transportistas y se pueda alargar el horario del transporte público en esta capital.
Luego comentó que al menos algunos centros comerciales han tomado medidas como contratar taxis que trasladen a los empleados cuyos horarios concluyen a las 23:00 horas.
Cabe mencionar que en esta capital, la mayoría de las rutas del transporte público prestan el servicio hasta las 21:00 o 22:00 horas, en los sectores donde no se consideran peligrosos.
No obstante hay rutas que suspenden el servicio a las 20:00 horas por ser muy extensas y considerar que circular que ciertas zonas tienen algún grado de riesgo, tanto para los pasajeros como para los conductores, que en otros tiempos sufrían a asaltos a diario.
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