Cd. Victoria, Tamps.-
En una humilde vivienda del municipio Camargo, a mediados de los 40s, un joven médico rural, Ramiro Iglesias Leal, atiende un parto. Al término del mismo recibe una noticia que cambiará por completo su vida y escribirá una nueva historia en Tamaulipas: se le había otorgado una beca para estudiar un posgrado en la Sorbona de París, Francia, en Medicina Interna. Luego se especializaría en cardiología en Londres, Inglaterra.
Con el tiempo, la vida lo llevaría a participar en el control médico de la misión Apollo 8 de la Nasa que llevó a los primeros tres humanos a circunvolar la luna el 24 de diciembre de 1968, uno de los múltiples logros de su carrera. A las 11:20 de esa mañana recibiría el primer electrocardiograma desde órbita lunar, a 386 mil kilómetros de distancia de la tierra, perteneciente al astronauta William Anders.
“Este registro es un documento histórico para la medicina y para la cardiología en particular. Esta proeza de la tecnología médica espacial me llevó a tomar la decisión de dedicar el resto de mi vida a profundizar en el conocimiento de la medicina aeroespacial y aplicar sus avances en beneficio de nuestros pacientes”, explicaría Iglesias Leal ante un auditorio lleno en el Centro de Excelencia de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
El motivo del evento fue la entrega del Doctorado Honoris Causa a este reconocido científico tamaulipeco.
“La honorable Asamblea Universitaria de la Universidad Autónoma de Tamaulipas le otorga el Doctorado Honoris Causa por su aportaciones científicas en beneficio de la humanidad. Él es el Dr. Ramiro Iglesias Leal, destacado tamaulipeco”, dijo el rector de la UAT, José María Leal Gutiérrez ante los congregados.
El doctor Iglesias respondería al rector Leal Gutiérrez, a la secretaría general de la UAT, Olga Hernández Limón, a la Asamblea Universitaria y demás autoridades presentes que un homenaje de esta naturaleza es, sin duda, el hecho más trascendente en la vida de un profesionista, la culminación del más elevado anhelo intelectual, como el doctorado de todos los títulos académicos.
“Esta gran distinción me toma de sorpresa porque, consciente de mis limitaciones, nunca formó parte de mis sueños. Recibo este galardón con inmensa satisfacción y alegría por su significado y porque se me otorga en vida y en mi patria chica. Gracias señor rector, gracias señores miembros de la Asamblea Universitaria por esta honrosa distinción que se hace a mi persona”, dijo Iglesias.
“La mayor parte de los avances de la ciencia se están dando en el espacio. La investigación cósmica está aportando soluciones a los problemas básicos de la humanidad… el programa Apollo produjo más dividendos científicos y tecnológicos que todas las guerras que la humanidad ha sufrido en su historia. Las agencias espaciales consumen en su operación, sólo el equivalente del 2 por ciento del presupuesto de las fuerzas armadas”, mencionó Ramiro Iglesias.
Hoy, después de una larga trayectoria de reconocimientos internacionales, el Dr. Ramiro Iglesias Leal vuelve a ejercer la medicina en esa choza donde empezó su viaje, pero ahora llevando los avances médicos y la ampliación de la cobertura de salud en su estado natal, cerrando con ello el círculo de la Historia.
“Ahora mismo, con el Secretario de Salud de Tamaulipas, Norberto Treviño García Manzo, aquí presente, estamos implementando el Programa Estatal de Desarrollo en el sector salud llevando a las comunidades rurales más apartadas, a las personas que menos posibilidades tienen, los recursos técnicos y humanos necesarios para hacerles llegar los beneficios de la medicina”, agregó a su ponencia ante un auditorio pleno de orgullo por la aportación a Tamaulipas y al mundo del nuevo Doctor Honoris Causa de la UAT.
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