Cd. Victoria, Tam.-
Pese a enfrentar laudos laborales, deber impuestos, y recibir prerrogativas que casi en un cien por ciento se destinan para la nómina de quienes laboran en el Comité Directivo Estatal (CDE), el Partido Revolucionario Institucional (PRI), busca reagruparse para las elecciones del 2027.
Pese a enfrentar laudos laborales, deber impuestos, y recibir prerrogativas que casi en un cien por ciento se destinan para la nómina de quienes laboran en el Comité Directivo Estatal (CDE), el Partido Revolucionario Institucional (PRI), busca reagruparse para las elecciones del 2027.
La presidenta interina del CDE del PRI, Mercedes del Carmen “Paoloma” Guillén Vicente, consideró normal la situación económica y laboral que enfrenta el partido en Tamaulipas, al considerar que todos los organismos políticos que reciben prerrogativas de acuerdo a la legislación electoral, viven entre impuestos y otros temas.
Y es que, tan solo por ese concepto, (prerrogativas), informó que el CDE del PRI recibe por parte de
el Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) en forma mensual alrededor de un millón 200 mil pesos, que en casi un cien por ciento se gasta en la nómina del personal que labora en este instituto político.
el Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) en forma mensual alrededor de un millón 200 mil pesos, que en casi un cien por ciento se gasta en la nómina del personal que labora en este instituto político.
“Es una cantidad que la vamos a recibir hasta el mes de diciembre en que termina el año fiscal, en espera de que en el 2025 tengamos alguna merma (disminución), toda vez que la cantidad de que nos entregan al mes, depende del porcentaje de votos que se saque en cada elección”, indicó Guillen Vicente.
Admitió que el Partido en Tamaulipas enfrenta una serie de laudos y demandas laborales, de las cuales, dos de las más importantes están en vías de lograr una solución “que a la larga nos irá bien”, confió la presidenta del CDE del PRI.
Agregó que se trata de problemas laborales que si bien hoy se están analizando en vías de lograr un acuerdo, datan desde el 2017, es decir hace seis años, tomándose en cuenta que ella asumió la dirigencia del partido en el 2023.
Y si bien el edificio se encuentra asegurado por la Fiscalía General de Justicia en el Estado (FGJE), expuso que es parte de un proceso que no tiene nada que ver con lo laboral, “ni me van a quitar el partido”.
Ante un escenario de esta naturaleza, confirmó que al PRI no le queda otra opción que reagruparse en cada uno de los estados del país donde tiene presencia y peso político, para participar en la elección del 2027. (Con información de Alfredo Guevara / El Diario Mx)