Cd. Victoria, Tam.-
La Ley de Voluntad Anticipada no debe ser catalogada como eutanasia, es decir, que no se trata de facilitarle la muerte a enfermos en fase terminal, sino de permitirle elegir las condiciones en las que desea pasar los últimos instantes de su vida, por ejemplo en su hogar bajo la atención de sus familiares, o de médicos y enfermeras en un hospital.
Joaquín Roche Cisneros integrante del Colegio de Notarios Públicos en Tamaulipas dijo que la cita iniciativa que está siendo analizada en el congreso del estado tiene por objeto que las personas podrán decidir cuánto tiempo quieren durar conectados a un ventilador en el caso de tener datos de muerte cerebral, o bien, cuántos años desea luchar en estado vegetal, qué terapias y cuántas recibir en el caso del cáncer.
Y nunca permitiría en su articulado, adelantar ni facilitar la muerte, mucho menos el suicidio asistido, ya que siempre aplicará únicamente en pacientes que a encuentran en fase terminal o en estado vegetativo, sin oportunidad alguna de sobrevivencia.
Fue el 7 de enero de 2008 cuando se publicó la Ley de Voluntad Anticipada en el DF, posteriormente el estado de Guanajuato y así sucesivamente.
“Es un instrumento en virtud del cual una persona en pleno goce de facultades decide que en caso de padecer alguna enfermedad terminal no se mantenga su vida de manera artificial, sino que simplemente el cuerpo y la naturaleza terminen con la vida cuando tenga que terminar, y no se caiga en algo que se conoce médicamente como obstinación médica o terapéutica”, explicó.
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