CAMARGO, TAM.- El gobierno municipal en coordinación con el Estado y la Federación trabajaron desde los primeros minutos de ayer en el desagüe de las colonias afectadas por las severas lluvias que se registraron, además llevaron alimentos para los damnificados y contribuyeron en las labores de limpieza.
Fue el alcalde Blas López García el primero que se presentó en las zonas afectadas por el meteoro para no sólo coordinar, sino participar personalmente en las acciones que se implementaron para salvaguardar primero la integridad física de los habitantes de las colonias Cuauhtémoc y Lemus, ubicadas al norte de la cabecera municipal y llevar a otros hasta un albergue temporal.
Durante la noche y madrugada comento el edil que personal de la Conagua, Comapa y Protección Civil apoyados por motobombas comenzaron a sacar el agua y a destapar algunas alcantarillas que fueran obstruidas por basura, que impedían el libre paso del agua y que provocaron que en un corto tiempo subiera el nivel en algunos sectores a poco más de medio metro de altura.
Como medida de precaución y por experiencias anteriores comento el jefe del ejecutivo local que los habitantes de ambos núcleos habitacionales dejaron sus coches estacionados sobre la carretera Camargo Puente Internacional y algunos de ellos y sus familias para su propia seguridad durmieron en ellos sin alejarse mucho de su patrimonio que les ha costado tanto.
Por la mañana al descender el nivel del agua, las autoridades municipales y estatales de la secretaría de desarrollo social levantaron un censo para evaluar los daños y en algunos casos específicos como el de la vecina Margarita en la colonia Lemus le ayudaron a desaguar su vivienda en donde afortunadamente no se le apreciaron daños personales ni patrimoniales.
LA DIVERSION
Sin medir el riesgo que representa jugar en el agua de lluvia y del drenaje sanitario que brotó de las coladeras y regaderas, mezclada con basura de los depósitos que flotaron en las calles y que se convirtieron literalmente en ríos.
Autoridades advirtieron que los pequeños se pueden cortar, infectarse o contraer alguna enfermedad, en algunos lugares el agua alcanzó niveles en los que fácilmente un niño o incluso hasta un adulto, pueden ahogarse.