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CD. VICTORIA, TAM.- Recordado como un reformador de la educación en México, Lauro Aguirre Espinosa siempre se empeñó en consolidar instituciones académicas más vinculadas a la sociedad, que pudieran ofrecer una educación diferente.
Este 4 de junio se conmemora el 87 aniversario de su muerte, pues falleció en 1928 en la Ciudad de México, a los 46 años de edad.
Nacido en Victoria el 23 de mayo de 1882 cursó su educación primaria y fue discípulo del profesor y poeta matamorense Juan B. Tijerina (1857-1912).
Aguirre tenía muchas propuestas e ideas que no pudo concretar en su natal Tamaulipas, de donde salió para evitar que lo asesinaran, dijo María del Carmen Olivares Arriaga en un informe publicado por el Estado de Tamaulipas.
Hay quienes piensan que de haber concretado todos sus postulados, la educación en México tendría otro rumbo.
Por ejemplo, pugnaba por desaparecer a los directores, por escuelas al aire libre, por mayor responsabilidad de los maestros y por menos vacaciones para los mismos.
Horarios flexibles, grupos de máximo 25 alumnos y la supresión de exámenes son algunas otras de las propuestas de este hombre que vivió adelantado a su época pero que duró muy poco.
Tras concluir la primaria obtuvo una beca del gobierno local, que le permitió estudiar en la Ciudad de México la carrera de normalista.
Luego de terminar su educación regresó a Ciudad Victoria, donde se desempeñó como profesor de escuela primaria y de la escuela superior, y tiempo después como director de la Escuela Anexa a la Normal de Profesores.
Durante este periodo se destacó por mostrar su interés por reformar la educación de acuerdo con ideas y métodos de la enseñanza adquiridos en sus estudios normalistas, e ingresó a la planta de maestros del instituto literario de la misma ciudad, donde impartió con sentido y categoría diversas disciplinas y materias básicas profesionales.
En 1914 fue designado director de Educación Pública de Tamaulipas, puesto desde el cual reorganizó la dependencia, se rodeó de eminentes maestros y orientó la programación de la enseñanza y su reforma con el apoyo del gobierno del general Luis Caballero.
Entre sus logros en este periodo se encuentran la proyección de una auténtica reforma y la estructuración de la Escuela Normal y Preparatoria de Ciudad Victoria con los sistemas modernos de enseñanza media.
En 1926 fue nombrado delegado de la Secretaría de Educación Pública (SEP); puesto desde el que reorganizó técnicamente los anexos del jardín de niños y de las escuelas primarias, suprimió a los directores de los departamentos y reorganizó administrativamente los anexos.
El educador estableció en todas las escuelas del país la cooperativa estudiantil, acción social mediante el costurero para mujeres pobres y de la Universidad Popular, y creó cursos de primaria atendidos por practicantes y algunos otros especiales para alumnos irregulares.
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