Nuevo Laredo, Tam. / Ene. 20
Vendedores de autos usados se manifestarán hoy en contra del decreto impuesto por la Secretaría de Hacienda a la importación de vehículos, por lo que se espera la participación de cientos de personas que marcharán del monumento a los Fundadores al de Benito Juárez.
El decreto ha provocado que más de mil vehículos se encuentren ‘atorados’ en Laredo, Texas, ante la imposibilidad de ser importados bajo las nuevas condiciones arancelarias, lo que afecta a mil 500 familias de esta frontera, y ya dejó perdidas estimadas en 200 millones de pesos a lo largo de toda la frontera norte del país.
La inconformidad se llevará a cabo de manera simultánea al mediodía en los municipios fronterizos de Tamaulipas, y a lo largo de toda la frontera norte del país, “porque se trata de una medida injusta y arbitraria que afecta a toda la población”, expresó Roberto Hierro, representante de los loteros de la ciudad.
Será una marcha de aproximadamente dos kilómetros a la que estos comerciantes esperan que se una la ciudadanía, ya que de acuerdo al comerciante, no solo ellos son perjudicados con el nuevo decreto a la importación de vehículos, sino la población en general.
Agregó que será una manifestación pacífica y sin buscar enfrentamientos con las autoridades federales y en contra del impuesto tan elevado que ha frenado la importación en esta región.
“Lo que queremos es que la Secretaría de Hacienda analice el nuevo decreto y que haga la cosas bien”, reiteró, tras señalar que en esta ocasión no participarán los vehículos ‘chocolate’ que están en espera de ser regularizados o nacionalizados.
A la marcha, dijo el comerciante que serán invitados los diputados locales ya autoridades municipales, para que su la inconformidad se fortalezca, aunque no aseguró si participarán.
La semana pasada representantes de vendedores de autos de importación, se reunieron con funcionarios de la Secretaría de Hacienda para llegar a un acuerdo, pero hasta el momento no hay respuesta.
El nuevo decreto que entró en vigor el uno de Enero, elevó hasta un 300% el impuesto para la importación de vehículos usados, y además, exige al comprador el certificado de origen de la empresa armadora, lo que es considerado por los importadores como imposible de cumplir.