Un médico de Tampico habría contratado a un gatillero para que lo matara y luego su esposa pudiera cobrar un seguro de vida para salir de fuertes deudas económicas, de acuerdo con investigaciones de la Policía Ministerial del Estado (PME) en Tamaulipas.
El crimen ocurrió el 16 de agosto en Tampico, cuando fue hallado el cadáver del médico general Rogelio Quiroz Franco.
Según las indagatorias, el doctor trabajaba en un Módulo de Salud que se ubica en la colonia Carmen Romano, del municipio de Tampico.
Las deudas de Quiroz eran con tarjetas de crédito de American Express, Banamex, así como en Nacional Financiera.
Como parte de las investigaciones, fue detenida la esposa del médico, Oralia Mentado Badillo, quien declaró que su esposo había planeado su propia muerte, ya que presuntamente podría cobrar un seguro por un millón de pesos que le pagaría la empresa Met Life.
El director de la Policía Ministerial, Amarante Miranda Morato, señaló -con base en la declaración de la esposa-, que el médico había contratado previamente a alguien para que lo matara, pero falló en un primer intento.
La esposa dijo a las autoridades que en mayo pasado su marido contrató a Germán Manuel Gutiérrez Flores para que lo asesinara, pero que el 10 de mayo sólo resultó sólo una lesión en la cabeza.
Después, presuntamente Quiroz contactó al ex convicto Pedro Catarino Fajardo Gutiérrez, a quien le pagaría 500 mil pesos por matarlo.
Sin embargo, el director de la Policía Ministerial aseguró que la señora está detenida porque existe una presunta complicidad de asesinato, al estar enterada de la contratación para el crimen, “hay un delito de asesinato y según las evidencias ella coadyuvó”.
No descartó otra línea de investigación en el sentido de que la mujer hubiera sido la autora intelectual del asesinato de su marido.
“Será clave la detención del asesino material y de la primera persona que falló el crimen, eso nos llevaría a aclarar muchas cosas”, afirmó Amarante Miranda.
El juez cuarto de lo penal, Arturo Arjona Moreno, dijo que existen algunas inconsistencias, debido a que la señora presentó testigos a su favor, pero que también hay una persona que debe declarar.
“Recibimos el caso como homicidio calificado con el agravante de la premeditación, habrá que la fiscalía lo demuestre con las pruebas que presente o la defensa logre lo contrario pues la señora afirma que tenía conocimiento de que su esposo pretendía quitarse la vida, pero que en ningún momento ella lo planeó o pagó por ello”, precisó Arjona Moreno.
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