Matamoros, Tamps. / Ene. 06
Ante la difícil situación económica que se está viviendo en el país, el obispo de la Diócesis de Matamoros, Faustino Armendáriz Jiménez, garantizó que la Iglesia Católica no cerrará capillas, pero reconoció que es un momento difícil para todas las familias mexicanas.
“Desde que conozco la Diócesis nunca los recursos han sido de más, pero gracias a Dios no nos ha faltado y siempre hemos tratado de ser muy equitativos”, destacó.
Armendáriz Jiménez, agregó que todos tienen las mismas preocupaciones de pagar los servicios, por ello se está inculcando la cultura del ahorro en todas las parroquias de la localidad.
“Tenemos parroquias de las más humildes y con ellas estamos trabajando, ver qué es lo que necesitan porque ciertamente esta crisis nos pega a todos y nos vemos afectados”, explicó.
Asimismo, Armendáriz Jiménez aseguró que el hecho de que una persona no tenga trabajo y sea católico repercute en la iglesia, por esto la responsabilidad de los clérigos es orientar a las personas con el fin de que no pierdan la fe de encontrar uno.
“Dada la situación de la crisis financiera, en la Diócesis nunca hemos gastado de más, pero en estos momentos ciertamente las obras que tenemos planteadas se hacen más lentas”, añadió.
Resaltó que a pesar de la situación las personas están siempre al pendiente de los sacerdotes, de sus templos, aún en medio de esta pobreza que causa la crisis.
“En lo que sí estamos ciertos es que ninguna iglesia se cerrará a pesar de las circunstancias, porque no somos una instancia que busque ganancias sino al contrario, lo único que hacemos es difundir la palabra de Dios” dijo Faustino Armendariz Jiménez, quien agregó que la única recomendación que se tiene para los fieles es afrontar el año con trabajo y reafirmando la cultura del ahorro en sus familias.
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