El liderazgo de los militares en los mandos policiales no logró contener la violencia delincuencial, sino todo lo contrario, alertó la organización no gubernamental, “México Evalúa”, al considerar que militarizar la seguridad pública fue la ruta equivocada.
Durante el presente sexenio, casi el 40 por ciento de los titulares de las secretarías de seguridad estatales provenían de las fuerzas armadas, mientras que los titulares con carrera policial solo representaron el 18 por ciento.
“Lastimosamente, el liderazgo de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública no ha logrado contener la violencia, sino todo lo contrario. Para 2022, estos liderazgos tenían una tasa de homicidios promedio anual de 80 por cada 100 mil habitantes, frente a 34 de los estados con mandos civiles”, detalló.
La ONG consideró que la apuesta del gobierno federal por la militarización de las corporaciones policiales se debió a que se cree que las fuerzas armadas ya cuentan con una capacidad instalada, a diferencia de las policías a las que debía invertir muchos recursos y esperar resultados años adelante.
“Además, los militares gozan de buena aceptación en la opinión pública. La Semar y Sedena tienen la mayor percepción de confianza que cualquier otra autoridad mexicana, muy por encima de las policías”, refirió.
Sin embargo, “México Evalúa” consideró que la militarización fue y es la ruta equivocada.
En el mismo contexto, lamentó el abandono gubernamental hacia las policías civiles.
“La mayor parte de las municipales no cuenta con las condiciones laborales mínimas para desempeñar su función. Sólo 66% de las y los policías cuenta con seguridad social, y apenas poco más de 50% con seguro de vida; alrededor de 18% cuenta con fondo de ahorro para el retiro; y menos de 8% con acceso a crédito para vivienda”, precisó.
Además, los policías están constantemente expuestos a la violencia letal. Un policía de México enfrenta cuatro veces más riesgo de morir en un asesinato que un civil.