Ciudad Victoria, Tamps. / marzo 16.-
En Tamaulipas, 90 por ciento de la población es portadora de herpes labial, virus que se reproduce rápidamente durante la temporada de calor, por lo que se alerta a la gente tomar medidas preventivas para evitar un contagio.
El doctor Guillermo Vázquez Rosales, investigador del Servicio de Infectología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), expuso que el herpes labial, más conocido como fuego, es una infección de fácil contagio que requiere ser atendida profesionalmente en las primeras 48 horas de su manifestación y no automedicarse o usar remedios populares.
Comentó que cuando el herpes labial se manifiesta por primera vez, los principales síntomas son fiebre y malestar; “después aparece una pequeña lesión de color rojizo que ocasiona dolor, picazón y la sensación de quemazón, lo que le da su nombre popular de fuego”.
Expuso que el virus evoluciona dando paso a pequeñas vejigas con líquido que después se secarán, formarán costra y se caerán, proceso que suele durar entre 7 y 15 días.
Se trata de una enfermedad muy común, causada por el virus del herpes simple tipo 1 (HSV1) que se adquiere no sólo a través del contacto directo con la persona infectada (como un beso), sino inclusive con objetos utilizados por el enfermo.
En la entidad al menos 90 por ciento de la población es portadora del virus, pero sólo entre 15 y 30 por ciento lo desarrolla, manifestándose en el brote de las también llamadas calenturas. Las ampollas suelen aparecer espontánea y repetidamente en el mismo lugar donde ocurrió durante la erupción previa.
El fuego labial brota también en las encías, el paladar, la lengua e incluso en la faringe, causando, entre otros síntomas, comezón, irritación, aumento de la sensibilidad en la zona afectada y dolor al deglutir alimentos, sean líquidos o sólidos.
El especialista advirtió que no deben reventarse las ampollas, ni arrancarse las costras, porque la infección podría extenderse a zonas aledañas; además, el área afectada debe mantenerse limpia y seca.
Subrayó la importancia de no automedicarse y mucho menos recurrir a los remedios populares como colocarse hielo, bicarbonato o pasta dental, así como cataplasmas, pues podrían extender o complicar la lesión.
Su tratamiento en el Seguro Social es sintomático; es decir, se emplean analgésicos, antipiréticos y antiinflamatorios. En las primeras 48 horas de manifestación es posible recetar medicamentos antivirales para disminuir la intensidad de los síntomas.
Los fuegos suelen brotar con mayor frecuencia durante las temporadas de calor, ya que una exposición intensa a los rayos solares es factor determinante para la aparición de las lesiones.
También se le ha relacionado con el consumo excesivo de alcohol.
Para su prevención, el médico familiar recomendó no besar a la persona contagiada cuando esté activa la infección; no compartir objetos personales como pañuelos, toallas, vasos o cubiertos, ni usar cosméticos labiales viejos; evitar la exposición solar si no se cuenta con la protección adecuada y controlar el estrés.
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