Ciudad Victoria, Tamps./Nov. 24
Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas revela a través de un estudio difundido que el agua potable de la red de distribución de Victoria contiene diversos químicos y elementos nocivos para la salud como plaguicidas.
Los investigadores determinan en su estudio que el agua potable que se suministra en Victoria y los municipios de Güemez, Hidalgo y Padilla no cumple con las especificaciones de las normas sanitarias federales.
El análisis que llevaron a cabo los doctores Lorenzo Heyer, Olga Ramos, Patricio Rivero, Francisco de la Garza y Blanca Castro, miembros del cuerpo académico dinámica y conservación ambiental de la UAM de Agronomía y Ciencias de la UAT,
en la región centro de Tamaulipas detectó la presencia de pesticidas, tanto en las aguas de las fuentes de abastecimiento como en la red de distribución de agua potable.
En la red de agua potable de Victoria, señala el informe difundido, se encontró la presencia de Clorotalonil en una concentración de 0.35 ug/l (microgramos por litro), así como la presencia de los plaguicidas dieldrín, epóxido de heptacloro, alfa-clordano, gama-clordano, edrín, y endosulfan II, tanto en el agua cruda proveniente de la presa Vicente Guerrero como en la red de distribución de agua potable de la ciudad.
“La presencia de estos plaguicidas en el agua potable de ciudad Victoria presenta un potencial riesgo a la salud, el cual debe ser evaluado”, sentencian en su estudio los investigadores de la universidad.
En el estudio realizado en los pozos de abastecimiento de agua de los municipios de Victoria, Güemez, Hidalgo y Padilla se determinó que el 52 por ciento de las fuentes de abastecimiento no cumplen con las especificaciones de la Norma Oficial Mexicana (NOM-127-SSA1-1994) para el agua de uso y consumo humano.
Explican que los parámetros que están fuera de la Norma Oficial Mexicana son los sólidos disueltos totales, y añaden que de acuerdo a estudios epidemiológicos tanto para sólidos disueltos totales como para dureza han demostrado una relación inversa estadísticamente significativa entre dureza y enfermedades cardiovasculares.
Indican que además en este estudio se encontró que el 96% de las aguas analizadas no se detectó cloro libre residual, indicando una baja eficiencia de los sistemas de desinfección de agua.
Este estudio ya fue presentado en el órgano institucional de difusión y divulgación de la investigación científica, tecnológica y humanista de la Universidad Autónoma de Tamaulipas “Ciencia UAT” en su edición número ocho.
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