Nuevo Laredo, Tamps. / Marzo 17.-
La Patrulla Fronteriza en Laredo, Texas, pondrá en marcha el 25 de marzo, un plan piloto para detener el flujo de inmigrantes a Estados Unidos, mediante la aplicación en las márgenes del río Bravo, de dos potentes herbicidas que eliminarían la maleza que crece en sus márgenes, y que sirve de refugio a los indocumentados.
El cabildo de Laredo, Texas, aprobó hoy lunes esta iniciativa propuesta por la corporación fronteriza, lo que fue motivo de protesta por parte de autoridades, ambientalistas, y la sociedad civil de Nuevo Laredo, al considerar altamente peligrosa esta medida que pretende ser aplicada en una extensión de 16 millas, justo frente al área urbana de esta frontera.
Aunque la medida ha ocasionado controversia entre ambientalistas internacionales y autoridades de Tamaulipas, por sus posibles efectos a la salud de las 800 mil personas que habitan en ambos lados del río, al diluirse en el agua, podrían provocar ceguera, problemas respiratorios agudos, algunas neuropatías e infertilidad en la mujer, alertó Luis Campbell Loa, jefe de la jurisdicción sanitaria.
“Estos herbicidas pueden ocasionar en las personas severa irritación en los ojos, posible ceguera irreversible y problema cancerígenos, por lo que estamos en contra de que se apliquen esas sustancias en el río, y porque sus efectos los veremos a largo plazo”, expresó el médico.
Dijo que el asunto deberá ser evaluado antes de que se aplique, razón que motivó la protesta de la Secretaría de Salud de Tamaulipas, y de la Comisión Estatal de Agua de Tamaulipas, dependencias que a su vez presentaron su inconformidad ante la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), en la vecina ciudad.
“No hay estudios sobre los efectos de estos herbicidas. Pero sabemos que estos productos pueden durar hasta tres años en el lecho del río Bravo”, añadió al advertir que es una medida de muy alto riesgo para la salud de la población.
Por su parte, Carlos Montiel Saeb, gerente de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa), dijo que la planta potabilizadora no es capaz de eliminar los elementos químicos, ya que los herbicidas serían rociados río arriba de las bocatomas de dicha planta.
“Potabilizamos el agua pero no le quitamos los químicos”, aclaró Montiel, y dijo que los contaminantes no serían eliminados, por lo que serían distribuidos a la población a través del sistema de redes.
Hasta el momento, la decisión tomada por el Cabildo laredense no ha sido revertida, por lo que las autoridades de Nuevo Laredo y del gobierno de Tamaulipas, acudirán a instancias internacionales para evitar las acciones de la Patrulla Fronteriza, toda vez que ya fue vertido sin previo aviso y sin consentimiento, en el área del Texas Ranch, en donde fotografías mostradas a la prensa muestran los devastadores efectos a la flora de la región.
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