México, D.F. / Oct. 2
América Latina y el Caribe es una de las regiones con la mayor brecha en desigualdad y falta de oportunidades en el mundo, ya que tan sólo 10% de la población más rica captura 40% del ingreso total, mientras que 10% más pobre obtiene sólo 1%, advierte el Banco Mundial en su Índice de Oportunidad Humana (IOH), dado a conocer este miércoles por el organismo.
La investigación, realizada por el brasileño Ricardo Paes de Barros, investigador del Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada y los economistas del Banco Mundial Francisco Ferreira, José Molinas y Jaime Saavedra, revela que esto se debe a que no todos tienen las mismas oportunidades.
“Esto debe cambiar. El IOH es una nueva herramienta que contribuye a que los gobiernos de la región puedan asignar recursos presupuestarios de forma más eficiente—y generar más oportunidades para todos los niños”, sostuvo Pamela Cox, Vice Presidenta del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Explica, con base en el estudio, que entre un cuarto y la mitad de la desigualdad de ingreso observada entre los adultos de América Latina y el Caribe se debe a circunstancias personales que enfrentaron cuando eran niños, sobre las que no tuvieron control ni responsabilidad, como la raza, el género, el sitio donde nacieron, la educación de los padres y la ocupación del padre, las cuales revelan el nivel de desigualdad de oportunidades en la región.
A través del IOH se puede determinar qué tan importantes son las circunstancias personales para abrir o cerrar el acceso a los servicios necesarios para una vida productiva, como agua potable, saneamiento, electricidad o educación básica entre los niños de la región. Esto abre un nuevo campo de acción para diseñar políticas públicas enfocadas en la equidad.
Por esa razón, el Banco Mundial decidió aplicar este índice inicialmente en América Latina, con datos que representan a 200 millones de niños en 19 países de la región, ya que mide el porcentaje de las oportunidades necesarias para asegurar el acceso universal de la niñez a los servicios básicos que están disponibles y que han sido asignadas bajo el principio de equidad. Va de 0 (total privación) a 100 (universalidad) y se calcula en base a servicios de agua potable, saneamiento, electricidad y educación básica. El IOH mejora si hay más oportunidades y si esas oportunidades se distribuyen de manera más equitativa. El IOH permite identificar cuáles son los factores que determinan el mayor-menor acceso a estos servicios fundamentales.
Los resultados evidencian desafíos a resolver pero también un claro progreso. Varios países, como Brasil, con alto grado de desigualdad de ingreso entre adultos, exhiben avances importantes hacia la igualdad de oportunidades entre niños.
“Los latinoamericanos siempre hemos sentido que el terreno de juego no está nivelado, que nuestro destino está predeterminado desde nuestra infancia por circunstancias sobre las que no tenemos control. Ahora que podemos medir la desigualdad de oportunidades, vemos que ese sentimiento es también realidad. Pero, aún más importante, ahora podemos hacer algo al respecto y establecer políticas públicas enfocadas en la equidad”. aseguró Marcelo Giugale, Director de Política Económica y Reducción de la Pobreza para América Latina del Banco Mundial.
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