Cd. de México.-
El Banco de México entregó al gobierno federal 321 mil 653 millones de pesos como parte del remanente de operación que reportó el año pasado.
Se trata del mayor monto que transfiere el banco central a la Tesorería y que resultó, en gran medida, por la depreciación del tipo de cambio en 2016.
Esta es la segunda ocasión en que estos remanentes se entregan bajo la reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que evita que estos recursos se destinen a gasto corriente.
Hacienda informó que el remanente va a servir para reducir la deuda pública de este año. Detalló que 60% de esos recursos se usarán para la amortización de la deuda pública contratada en años fiscales anteriores o a la reducción del monto de financiamiento necesario para cubrir el déficit presupuestario. El resto es para inyectar el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios o al incremento de activos que fortalezcan la posición financiera del gobierno federal.
Analistas dijeron que el remanente es un salvavidas para Hacienda, pero dudaron que sea un factor que modifique las expectativas para el riesgo crediticio del país, pues creen que las calificadoras no cambiarán su opinión sobre la nota soberana.