Ciudad de México.-
Pedir un crédito es una forma de financiamiento que puede ayudar a solventar gastos que exceden la capacidad de pago, ya que es una situación común que los ahorros se queden cortos al momento de gastar en la compra de productos o servicios que no estaban contemplados.
No todas las personas tienen la posibilidad de pagar de contado algún bien como un departamento, un vehículo, un refrigerador o una televisión, y de ahí que los bancos y otras instituciones financieras ofrezcan diferentes tipos de créditos adecuados a la necesidad de cada persona, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Los tipos de crédito más comunes son de nómina, los cuales toman como respaldo el salario y hacen un descuento quincenal; hipotecario, que suelen ser por una cantidad significativa a plazos muy largos; empresarial, para iniciar o hacer crecer un negocio; y automotriz, ofreciendo la opción de elegir el plazo, pero con el automóvil de garantía.
Estos instrumentos financieros son una alternativa a la que recurren cada vez más hogares mexicanos, pues se estima que crecen 22% anual, sobre todo el destinado a vivienda, que lo hace un 28%, informó el proveedor de servicios financieros Ferratum.
Para que un crédito pueda ser otorgado sin mayor inconveniente, las entidades financieras toman en cuenta la capacidad de pago según los ingresos mensuales que se perciban, por lo que es importante considerar algunos aspectos antes de hacer una solicitud.
Revisar el contrato a detalle: Los detalles son muy importantes, antes de firmar un contrato debe leerse minuciosamente; cada cláusula y cada punto pueden marcar la diferencia entre un préstamo fácil de gestionar y otro que no, y que pueda causar problemas en el futuro.
Elegir el plazo que más convenga: Lo mejor es tender a préstamos con un plazo menor, tomando en consideración lo que es más cómodo para cada situación en concreto.
Hacer los cálculos con cuidado: Casi todas las instituciones financieras realizan los cálculos; sin embargo, el solicitante también debe elaborar sus números para compararlos con los dados por el asesor. Lo más recomendable es escoger una mensualidad que no asfixie las finanzas personales.
Documentarse: Investigar y leer toda la información posible ayuda a evitar contratiempos. También es posible beneficiarse de la experiencia de otras personas al solicitar algún crédito.
Además, es recomendable acceder a un crédito en los casos de comprar una casa o departamento, remodelar vivienda, adquirir un carro, comprar electrónicos o muebles para el hogar, emprender un negocio y para atender una emergencia familiar.
En tanto, no es recomendable para ropa o artículos deportivos, pagar cuentas en restaurantes y entradas de cine, hacer la despensa en el súper y costear cuentas fijas (luz, agua, teléfono), señala la Condusef.