La crisis económico-financiera que se vive en Estados Unidos está afectando a la actividad económica mexicana, sobre todo en lo que toca a los sectores automotriz, inmobiliario, bancario y construcción.
Gerardo Copca, analista de mercado de capitales de Metanálisis, señaló que el fuerte vínculo comercial que tiene México con Estados Unidos es un factor determinante que explica la influencia de la crisis estadounidense sobre México.
Un menor dinamismo del consumo en ese país afecta directamente a la producción industrial interna al demandarse menos bienes nacionales.
De acuerdo con Copca, uno de los sectores más afectados por la desaceleración estadounidense es la industria automotriz, pues en los últimos meses las exportaciones de autos hacia Estados Unidos han disminuido; además, el sector vivienda se ve afectado por el nerviosismo que las personas comienzan a mostrar para adquirir una casa, de cara a la profunda crisis hipotecaria estadounidense.
Agregó que si bien los bancos mexicanos no son afectados directamente por los problemas financieros de la banca estadounidense, sí se está teniendo un efecto de cautela, ya que la cartera vencida está aumentando y los bancos están siendo más precavidos al momento de otorgar créditos.
Por su parte, José Luis de la Cruz, investigador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), explicó que la economía de referencia sigue siendo la de Estados Unidos, por lo que el riesgo generalmente se percibe hacia afuera de ese país, castigándose con una aversión mayor a los mercados foráneos, en particular a los emergentes.
“Mediante alzas en los réditos se busca dar un mayor premio para mantener y atraer inversiones en los países en desarrollo, lo que representa un mayor costo de capital internamente, inhibiendo la inversión”, dijo.
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