México, D.F.-
Los mexicanos no sólo han enfrentado una merma en su poder de compra, también han tenido que asumir la reducción de porciones en productos alimenticios, bebidas y otros artículos de consumo diario, pero al mismo costo, lo que podría considerarse un “aumento disfrazado” en precios, señala la titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Lorena Martínez.
Mientras que se dan 900 gramos en vez de un kilo de frijol, las pastas dentales pasaron de 150 gramos a 132 y las bebidas de 250 mililitros a 200, en todos los casos los precios no disminuyeron en la misma medida.
“Es un incremento de precio disfrazado. Esto tiene que ver con la necesidad de no subir los costos de los productos, porque si los aumentan se salen de competencia y para mantener un producto en determinado precio reducen el contenido”, dijo.
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