Ciudad de México.-
A pesar de que el agua que llega a los hogares mexicanos es potable, los sistemas de almacenamiento y las tuberías internas son propensos a la contaminación debido al descuido en la limpieza y mantenimiento de cisternas y tinacos.
Por esta razón, muchos mexicanos prefieren consumir agua embotellada. En 2020, México se convirtió en el mayor consumidor de agua embotellada del mundo, gastando 108 veces más en comparación con el costo del agua potable suministrada por los organismos públicos.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó estudios exhaustivos para evaluar la calidad del agua embotellada en México. Estos análisis incluyen la verificación de la etiqueta, el contenido neto y pruebas microbiológicas para asegurar que el agua esté libre de patógenos. También se realizan pruebas fisicoquímicas para garantizar que el agua cumpla con los estándares establecidos, como el pH y los sólidos disueltos totales.
De acuerdo con los estudios de la Profeco, las marcas de agua embotellada de mejor calidad en México son Peñafiel, Bonafont, Ciel y Nestlé Pureza Vital.
El elevado consumo de agua embotellada en México puede atribuirse a tres factores principales:
1. La desconfianza en los sistemas operadores de agua.
2. La conveniencia y fácil acceso al agua embotellada.
3. La ausencia de una estructura regulatoria robusta que controle esta industria en crecimiento.
Impacto ambiental
El informe “Impacto de la contaminación por plástico en áreas naturales protegidas mexicanas” de Greenpeace México, destaca que el 6 por ciento de los residuos plásticos encontrados en las costas de ocho áreas naturales protegidas son botellas de plástico.
La degradación del hábitat causada por estos desechos tiene graves consecuencias para la biodiversidad, afectando especialmente a los arrecifes de coral, manglares y pastos marinos, que son cruciales para la crianza de muchas especies marinas.
La Información y el Consumo
La falta de información sobre el impacto ambiental y las alternativas disponibles ha sido un factor clave en el alto consumo de agua embotellada en México.
En promedio, cada hogar mexicano consume 4 litros de agua embotellada por día y al menos 80 garrafones al año, consolidando al país como el mercado número uno a nivel mundial en este producto.