Washington, D.C.-
México debe seguir su proceso transformador para mantenerse competitivo, pues aunque se ha dado una ola de reformas “no es el fin de la historia”, ya que éstas nunca son para siempre y se debe seguir adelante, afirmó el economista en jefe del Banco Mundial (BM) para América Latina, Augusto de la Torre.
“Los países, para mantenerse competitivos en el mundo, no pueden quedarse dormidos, las reformas nunca son de una vez para siempre. En el caso de México hubo una ola, esa ola de reformas importantes deberían comenzar a rendir resultados positivos, pero no es el fin de la historia”, subrayó.
Opinó en entrevista con Notimex que el país debe proseguir con las reformas estructurales “que se van descubriendo en el camino”, porque esa es la naturaleza del proceso de cambios.
“Hay que tener paciencia” para ver los resultados de las reformas estructurales que ya se aprobaron, aunque el proceso de cambios nunca termina, porque conforme se aplican y se aprende, se tienen que hacer ajustes, argumentó.
El especialista descartó además fuertes estragos negativos en el país con el incremento en las tasas de interés de Estados Unidos, debido a que México está bien preparado.
Señaló que cuando comience la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) habrá volatilidad en los flujos de capitales, pero no habrá problemas graves, debido a que los mercados financieros ya se prepararon y se anticiparon a ese cambio.
“Cuando Estados Unidos suba la tasa de interés, las variables financieras en América Latina tienen que ajustarse. Si Estados Unidos sube las tasas de interés es porque ya la economía está recuperándose lo suficiente y empieza a sufrir presiones inflacionarias; si América Latina no le sigue va a quedar muy descolocada”, aseveró.
Refirió que el incremento en las tasas de interés significa que el costo de capital en el mundo subirá, pero “eso no quiere decir que vamos a tener grandes estragos negativos, puede haber volatilidad en el flujo de capital, pero no necesariamente problemas mayores”.
Para el economista, el golpe mayor del exterior ya se dio con la caída de los precios de las materias primas, sobre todo del petróleo, así como la desaceleración de la economía china y las dificultades económicas y financieras de Europa, por lo que hacia delante los impactos no tendrían que ser tan graves.
“El golpe ya se dio, lo que importa de aquí en adelante es adecuar a nuestras economías a la nueva situación externa y hacer las reformas estructurales para generar crecimiento hecho en casa”, señaló.
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