Ciudad de México.-
Decir que México mantiene unas finanzas sanas de cara al último año de gobierno del presidente López Obrador no es una afirmación al aire.
Así lo reflejan los números del Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, correspondientes al segundo trimestre de 2023, presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Y así lo proyecta también el Paquete Económico 2024, entregado hace algunos días al Congreso de la Unión.
Es un hecho que en el marco de la renovación presidencial del próximo año, nuestro país mantendrá una estabilidad financiera, muy alejada de esa crisis que pronosticaban algunos escépticos al inicio del sexenio. De hecho, la mayoría de los analistas económicos consideran que el manejo de las finanzas públicas ha sido prudente, equilibrado y responsable.
De entrada, vale la pena destacar que en el segundo trimestre de 2023, la economía mantuvo un ritmo de crecimiento, alcanzado el 0.8%, motivado principalmente por el consumo interno (flujo de capitales), las exportaciones de manufactura y la fortaleza del mercado laboral (acompañado de los incrementos salariales).
Con ello, se acumula un crecimiento anual de 3.6% en el Producto Interno Bruto (PIB) y seis trimestres consecutivos de tendencia al alza.
Otro hecho innegable es la fortaleza de nuestra moneda. Tan sólo en lo que va de este 2023, el peso se ha apreciado hasta cotizar por debajo de los diecisiete pesos por dólar (USD), un tipo de cambio que no se registraba desde el año 2015. Esto, por cierto, impulsado en su mayoría por las exportaciones de mercancías del sector manufacturero y automotriz. La recuperación post pandemia puede confirmarse en números fríos.
Otro dato que confirma la estabilidad económica que vive el país en estos momentos es la participación de mexicanos en el mercado laboral formal. Cálculos del Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (IMEF) señalan que el 2023 cerrará con aproximadamente 577 mil empleos formales.
En este segundo semestre del año en curso, la tasa de participación se ubicó en 60.2%, superior al promedio de 59.9% y ello, por cierto, con una cifra histórica de incorporación de mujeres al sector formal, gracias a las reformas laborales impulsadas en este sexenio.
Lo anterior, vale la pena destacar, representa más mexicanas y mexicanos con acceso a la seguridad social. Es gracias a la estabilidad que reflejan los indicadores, que se ha trazado un Paquete Económico responsable y alentador para el siguiente año, un año de elecciones.
Antes de hablar de ese paquete, es justo decir que esa tendencia positiva en materia económica viene acompañada de una política social nunca antes vista. Hoy suman más 12 millones de adultos mayores que reciben pensión universal y 12 millones de estudiantes que cuentan con una beca de apoyo. Contando otros apoyos, suman más de 25 millones de mexicanos que reciben un apoyo, fundamental para la economía diaria de sus hogares.
Ahora bien. El Paquete Económico 2024, que tocará ejercer a la próxima presidenta de México, a partir del 1 de octubre del próximo año, refleja justo ese estado saludable de las finanzas públicas y proyecta crecimiento económico de entre 2.5 y 3.5%, considerando ingresos por aproximadamente 7 billones de pesos, una tasa de cambio de $17.60 pesos por dólar, una producción de aproximadamente 2 millones de barriles de petróleo diarios (producto de los campos petroleros Quesqui e Ixachi) y una tasa de inflación de 3.80 por ciento.
Esto pues, será la base para el proyecto presidencial del próximo sexenio, al que se sumarán los beneficios de las magnas obras de este gobierno como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas.
En la parte del PEF (Presupuesto de Egresos), por cierto, se estima un gasto de 727 mil millones de pesos para los programas sociales, que la Dra. Claudia Sheinbaum respalda en su totalidad y ha dicho, se mantendrán hasta el final de su administración como jefa del Ejecutivo.
Y es precisamente la Dra. Sheinbaum quien ha demostrado, con cifras contundentes en la Ciudad de México, su prudencia en el manejo de las finanzas públicas, haciendo partícipes del crecimiento económico a todos los sectores sociales, incluyendo empresarios, emprendedores, trabajadores, comerciantes y por supuesto a las nuevas generaciones que pueden incorporarse al mercado laboral, gracias a que hay educación y oportunidades de empleo.
Las finanzas públicas sanas y estables que heredera nuestra próxima Presidenta, serán pues la base de la construcción del segundo piso de la transformación del país.