Ciudad de México
A muchas personas les ha pasado que cuando cae en sus manos un billete falso, además de sentir enojo por no haberse fijado bien en la pieza, les da miedo entregarlo a una institución bancaria.
Según un estudio encargado por el Banco de México (Banxico), actualmente existe un miedo generalizado entre la población a entregar o llevar al banco un billete falso.
Tanto por historias que han escuchado como por lo que han vivido, consideran que cuando vayan a un banco a entregar una pieza apócrifa, van a ser tratados con poca cortesía y hasta de manera negativa, aun cuando lo lleven por voluntad propia.
Esto, aunado al miedo natural de perder el valor monetario del billete y no poder materializar algún deseo o expectativa con el poder adquisitivo de éste, se convierte en un incentivo para mantener el billete falso en su poder y buscar estrategias para que les sea aceptado.
Además, en el estudio se menciona que el proceso de entregar un billete falso no está bien posicionado, y se piensa que la fila que se hará en el banco será muy larga, variables adicionales que se convierten en barreras para entregar el o los billetes falsos.
En el estudio, se recomienda desarrollar e incorporar un proceso sencillo y fácil de comunicar a través del cual las personas lleven los billetes falsos a los bancos, pero al mismo tiempo encuentren un beneficio o recompensa simbólica.
No se trata de dar un premio o recompensa monetaria, se aclara porque esto motivaría la misma falsificación, pero sí se sugiere que quien lo reciba extienda una felicitación, una carta de reconocimiento o hasta el aplauso del gerente en turno en la sucursal bancaria.
Se pone como referencia, una campaña de comunicación de una empresa refresquera mediante la cual se celebra a las personas honestas que regresaron una cartera que se había extraviado, misma que fue intensamente viralizada y muy recordada.
Hay que enfatizar que el futuro es mejor cuando una persona valida sus billetes, es decir, que revisa las piezas para ver su autenticidad, y no basarse en publicidad que utilice un lenguaje imperativo.
El Banco de México tiene que mandar el mensaje de que es una institución que trabaja para la población mexicana, que se esfuerza todos los días para poner a su disposición monedas y billetes, que brinda seguridad a través de los elementos que contienen los billetes, de modo que las personas sientan gratitud por ello, considera.
Indica que si bien algunas sucursales bancarias cuentan con pantallas para exhibir videos proporcionados por el Banxico, rara vez funcionan correctamente.
También existen algunos carteles que comunican los elementos de seguridad y las formas de validación.
Se sugiere ser un poco más estratégicos y construir, tal vez, billetes gigantes que se coloquen en puntos clave de la sucursal para que las personas puedan tocarlo, interactuar y aprender de él, de tal forma que se lleven una pequeña historia que contar a sus hijos, pareja o compañeros del trabajo.
De igual manera, se propone hacer una especie de mini exposiciones en las sucursales bancarias para apreciar visualmente y con el tacto las medidas de seguridad de los billetes.
Lo mismo podría funcionar en plazas o lugares públicos, sobre todo en las ciudades donde se ha detectado mayor incidencia de circulación de billetes falsos.