Cd. de México.-
Pese a la recuperación que registraron los mercados bursátiles estadounidenses este viernes, Wall Street cerró la semana con el retroceso semanal más pronunciado desde hace dos años, tendencia que arrastra desde hace una semana e impactando a otras bolsas, como la mexicana.
El Dow Jones industrial tuvo este viernes un avance de 1.38%, a 24 mil 190.90 puntos, pero con un descenso semanal de 5.2%, en tanto que el selectivo S&P 500 retrocedió 5.2% en la semana para ubicarse en 2 mil 619.55 puntos. Ambos indicadores no habían tenido una caída semanal tan pronunciada desde enero de 2016.
El avance del viernes permitió al Dow Jones salir del nivel técnico de corrección, que comienza cuando el indicador pierde 10% o más desde su más reciente marca histórica, en este caso la del 26 de enero.
Con el resultado de este viernes, acumuló una pérdida de 9.11% respecto a ese récord.
La nueva etapa de la caída bursátil que acumula Wall Street comenzó el pasado 2 de febrero, después de haber cerrado uno de los mejores meses de enero que se recuerde en los últimos años, con 11 récords en el indicador Dow Jones.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) acumuló una caída de 5.5% respecto al viernes anterior, también con su peor caída semanal desde enero de 2016, para cerrar este viernes en 47 mil 799.09 puntos, su menor nivel desde el 11 de diciembre pasado.
De esta forma, el Índice de Precios y Cotizaciones reporta una pérdida de 6.40% desde su máximo nivel alcanzado el pasado 26 de enero.
El principal elemento que ha generado estas caídas está ligado al aumento en la rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años, que al cierre del viernes se encontraba en 2.853%, nivel que no se veía desde hace cuatro años.
Esa alza hace al mercado de deuda más atractivo que el bursátil, y sin los riesgos que genera la bolsa.
Los temores en cuanto a la inflación están ligados a la creencia de que la Reserva Federal (Fed) pueda aplicar aumentos en las tasas de interés a un ritmo más acelerado de lo anunciado inicialmente.
Sin embargo, representantes de la Fed no han dado señales de que ello vaya a suceder, y el banco central de EU se mantiene con la idea de aplicar los tres incrementos programados en este año.
La aversión al riesgo también ha fortalecido al dólar frente a las monedas de países emergentes, como el peso. El billete verde al menudeo terminó la semana vendiéndose a 19.05 pesos en la ventanilla de los bancos, 25 centavos por arriba del cierre del viernes pasado, para ubicarse en su mayor nivel desde el 16 de enero.
El peso también perdió por un retroceso de los precios del petróleo. Los futuros del crudo Brent y el West Texas Intermediate de Estados Unidos han caído más de 11% desde los máximos que marcaron a finales del mes pasado. El Brent bajó casi 9% en la semana, mientras que el WTI se derrumbó 10%, sus caídas más profundas desde enero de 2016.
En un informe semanal a sus clientes, la firma de inversiones Merrill Lynch considera que no hay señales de pánico, a pesar de los violentos bursátiles movimientos.
“A pesar de que el mercado bursátil de Estados Unidos ha estado cayendo, se mantienen en un nivel robusto los datos de la economía”, destaca el informe.