Sin duda alguna es cada vez más frecuente escuchar a personas decir que están pensando en emprender y es que si algo le podemos agradecer a la pandemia es que a muchos nos sacó de nuestra zona de confort.
Sin embargo, este interés en el emprendimiento viene acompañado de incertidumbre y es que es comprensible que las manos nos suden cuando pensamos en aventarnos al vacío para dejar la estabilidad que tenemos en nuestro empleo o con los fondos que hemos logrado ahorrar, así que es inevitable que resuene esta pregunta tan sincera… ¿Cómo puedo emprender desde cero y no fracasar en el intento?
Si bien no hay absolutamente nada que garantice el éxito en los negocios, en los siguientes párrafos te daré algunos consejos que te ayudarán a alejarte del fracaso lo más posible o al menos que puedas identificar si tu idea a emprender va a funcionar o no, antes de que saltes a la aventura.
1.- Ten un momento frente al espejo y pregúntale a tu reflejo ¿Por qué quieres emprender? La respuesta a esta pregunta será de suma importancia, ya que la motivación juega un papel fundamental en el emprendimiento y si las razones no son suficientemente fuertes, te verás desertando al poco tiempo o cargando una frustración enorme, ya sea que ganes dinero o no.
Es importante aplicar un poco de inteligencia emocional y no dejarse guiar por momentos de frustración, coraje, tristeza o éxtasis emocional a la hora de decidir emprender (o para cualquier decisión en general).
El dinero es un factor muy importante, pero no puede ser la única razón, puesto que eso te llevaría por caminos tenebrosos en los cuales tu ética y moral se verían opacados por la avaricia y como dice el dicho “lo que mal empieza, mal termina”. De hecho te invito a analizar, que sin importar lo que deseas emprender, te asegures de que sea legal y ético, puesto que el recurso más importante con el que cuentas es tu reputación y esa se pierde rápido y es muy difícil recuperarla.
2.- Otro punto fundamental es poder implementar un plan de acción a la hora de emprender, quizás comienzas soñando y visualizando tu idea, después podrías comenzar a investigar un poco, ¿Existen negocios similares?, ¿Cómo le ha ido a dichos negocios?, ¿Qué les ha ayudado a tener éxito? O ¿Qué los ha llevado al fracaso?, ¿El negocio que estoy pensando funcionaría en la localidad que estoy considerando lanzarlo?, Entre otras preguntas que podrías realizarte.
Después de investigar, puedes tomar un tiempo para validar la idea haciendo un par de pruebas a pequeña escala, como ejemplo pudieras hacer un pastel en lugar de 20 y darlo a probar a personas que consideras que serían tus clientes, después puedes hacer una venta de pasteles bajo pedido para validar si las personas están dispuestas a pagar el precio que has decidido, si les gusta la presentación, el tamaño, etc.
Un consejo y petición para aquellos que están trabajando es que no renuncien a su trabajo para emprender, al menos no inmediatamente y si no es estrictamente necesario, ¿Por qué? Porque el trabajo, aparte de generar un ingreso fijo, el cual servirá para cubrir tus gastos personales y quizás algunos del negocio, también te ayuda a proveerte de relaciones (quizás tus compañeros de trabajo pueden ser tus primeros conejillos de indias o hasta tus primeros clientes) y si prestas atención también vas a adquirir conocimientos que podrás usar en tu negocio.
La verdad es que el nivel de estrés que se vive cuando dependes 100% de tu negocio es mayor y limitaremos mucho su crecimiento al ser nuestra única fuente de ingreso.
3.- Voltea a tu alrededor y analiza todos los recursos con los que cuentas, muchas veces pasamos por alto que en nuestro círculo de amigos o familiares tenemos personas que nos pueden aconsejar en temas específicos y quizás sin cobrarnos ni un peso y como ese ejemplo podríamos sorprendernos de todos los recursos que tenemos a nuestro alcance y no los estábamos viendo, lo ideal sería arrancar con lo que ya tenemos, sea mucho o sea poco, sea tangible o intangible.
4.- Último y no menos importante ¡Haz bien las cuentas! Quizás eres de mi equipo y no te gustan tanto los números, pero es importante comprender que de los factores principales de fracaso en el emprendimiento es no saber cobrar, y que trabajar gratis no es algo que quieres hacer, así que analiza cuanto te cuesta llevar a cabo tu producto o servicio, agrega un porcentaje digno como ganancia y establece tu precio y no te bajes, un descuento de introducción es válido, pero la introducción no puede durar toda la vida.
Espero que estos consejos te sean de utilidad y tu emprendimiento sea todo un éxito, recuerda ir sin prisa pero sin pausa.
* Oz Creativo