Dallas, E.U.-
Científicos estadunidenses anunciaron hoy haber detectado las denominadas ondas gravitacionales, producidas por choques cósmicos de agujeros negros tan violentos que sus ondas de choque distorsionan el sutil tejido del espacio y el tiempo a través de distancias de miles de millones de años luz.
La detección, algo que se había estado buscando por décadas, es considerada por la comunidad científica internacional como un momento histórico en la astronomía y la astrofísica, al venir a confirmar una parte no probada de la Teoría General de la Relatividad de Einstein y al abrir prácticamente un nuevo camino para observar el universo.
A diferencia de las ondas de luz, las ondas gravitacionales no se distorsionan o alteran por interacciones con la materia durante su recorrido por el espacio y por lo tanto traen consigo la información “pura” sobre los objetos y eventos que las han creado.
El descubrimiento fue hecho por investigadores afiliados al Observatorio Laser Interferómetro de Ondas Gravitacionales (LIGO), un proyecto conjunto entre científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el Instituto de Tecnología de California (Caltech), además de otras universidades.
El equipo de investigadores publicó su trabajo en la revista especializada Physical Review Letters y lo dio a conocer este jueves en una conferencia de prensa convocada por la Fundación Nacional de Ciencias en la capital Washington.
La señal captada por LIGO vino de la colisión de dos agujeros negros y se detectó el 14 de septiembre 2015 mediante detectores gemelos de ese observatorio ubicados en Livingston, Louisiana y en Hanford, Washington, dijeron los científicos.
Este accidente cósmico envió ondas gravitacionales que fluyen hacia fuera a la velocidad de la luz, causando ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo, de manera similar a cómo cuando la caída de una piedra perturba un estanque tranquilo.
Los investigadores informaron que la colisión ocurrió hace mil 300 millones de años entre agujeros negros que eran aproximadamente 29 y 36 veces más grandes que el Sol.
Durante el choque, cerca de tres veces la masa del sol fue convertida en ondas gravitacionales en menos de un segundo, lo que generó una potencia de salida máxima de alrededor de 50 veces mayor que la de todo el universo visible, explicaron los científicos.
La búsqueda de ondas gravitacionales había ocupado a investigadores de todo el mundo durante décadas. En 1993, científicos de la Universidad de Princeton ganaron el Premio Nobel en Física por su descubrimiento de una estrella pulsar inusual que ofrece una evidencia indirecta de las ondas gravitacionales.
En 2014, astrónomos del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica anunciaron que habían descubierto las ondas gravitacionales generadas en los primeros momentos del universo, pero luego tuvieron que admitir que estaban equivocados.
El anuncio este jueves de la detección de ondas gravitacionales es considerado uno de los grandes descubrimientos de la década, a nivel de la detección de la partícula de Higgs, lo que causó gran alboroto hace dos años.
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