Los Angeles, E.U. / Julio 10.-
La policía de Los Angeles indicó que espera los resultados toxicológicos para determinar si el deceso de la estrella del pop Michael Jackson se debió a una sobredosis accidental o fue un homicidio.
Voceros del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD, por sus siglas en inglés) señalaron que no se puede descartar la posibilidad de un crimen.
“La investigación continúa y estamos en cooperación con la oficina del servicio forense de Los Angeles, que es la encargada de los exámenes toxicológicos y neuropatológicos, entre otros, para determinar las causas de su deceso”, indicó.
Las declaraciones se suman a las dadas por el padre de Michael, Joe Jackson, quien la víspera en una entrevista concedida a una cadena de noticias en inglés consideró que la muerte de su hijo, ocurrida el pasado 25 de junio, fue resultado de “acciones intencionales”.
Joe Jackson señaló que en la muerte de “El Rey del Pop”, quien días antes realizaba intensos ensayos en el Staples Center para el que sería su retorno a los escenarios con un gira de 50 conciertos en Londres, “hubo foul play”.
Esa expresión es utilizada cuando se denuncia que en el desempeño de un médico no hubo negligencia, sino que la situación fue más grave al no actuar bien y como debe ser. Lo anterior, en referencia a la manera en que los galenos lo atendían.
Joe Jackson se dijo impactado al enterarse de que su famoso hijo había sido llevado de urgencia a un hospital de Los Angeles y más cuando le notificaron de su deceso.
El jefe de la policía William Bratton señaló a la cadena de televisión CNN que esta corporación indaga el historial de prescripciones médicas del cantante e interroga a los doctores que lo recetaron, al tiempo de que recaban más pruebas.
Bratton señaló que la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y la procuraduría de California, asisten a los investigadores para deslindar responsabilidades y aclarar todo sobre el deceso.
Este viernes, “Los Angeles Times” reportó que la policía encontró numerosas botellas de medicamentos restringidos en la mansión rentada por Michael en Holmby Hills, en donde sufrió el aparente infarto.
Entre las medicinas halló el sedante Diprivan y además trascendió que cuando agentes del sheriff ingresaron a su mansión de Neverland en 2005, empleados declararon que Jackson tomaba más de 10 pastillas Xanax para poder dormir.
Tras el deceso del artista, la oficina del Servicio Forense de Los Angeles inició los exámenes toxicológicos cuyos resultados, se advirtió, se darán a conocer de cuatro a seis semanas para determinar las causas de su fallecimiento.
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