Monterrey, N.L.-
La forma de vida y la ideología de una época se ve reflejada a través de los retratos de infinidad de mujeres cuya belleza y porte fueron inmortalizados por pintores que cuidaban hasta el más mínimo detalle.
El Museo de Historia Mexicana inaugura hoy la muestra “La Flor y el abanico. Retratos de damas mexicanas”, y donde además la curadora de la exposición Adriana Gallegos Carrión ofrecerá la conferencia “El retrato como espejo” a las 19:00 horas en el Auditorio del Museo del Noreste.
La directora de 3 museos, Magdalena Cárdenas, comentó que esta exposición se realizó en colaboración con el Museo Arocena de Torreón, de donde procede la mayor parte de las piezas, pero dada la temática, también se añadieron algunas de la colección permanente de la institución a su cargo.
“El retrato femenino y la fotografía en general son documentos que hablan de la historia de un periodo en particular, de los contextos sociales, de las situaciones culturales de una época.
“De tal manera que nos interesó mucho recurrir a estas piezas extraordinarias para que nuestros visitantes vea en ellas, no sólo la calidad estética y cultural, sino lo que nos dice respecto a la época, es decir, como piezas de un documento para la historia”, afirmó.
Señaló que tanto la fotografía como el retrato, son elementos básicos para que los historiadores realicen sus investigaciones.
Por su parte Adriana Gallegos destacó que “La flor y el abanico. Retratos de damas mexicanas”, adquiere un valor agregado al ser exhibida en el Museo de Historia Mexicana.
“Los retratos no solamente son ese documento maravilloso a través del cual podemos ver un poco del pasado de nuestra propia historia, sino que también son piezas de indescriptible gozo estético.
“Tengo la fortuna de poder ver muchas de las piezas que son inéditas, algunas de ellas han sido mostradas en las colecciones permanentes (del MHM y del Museo Arocena) y sin embargo hay piezas que no habían salido de la ciudad de Torreón y ni siquiera de nuestras bodegas”, reveló.
Entre las piezas más representativas de esta muestra está el retrato de Bárbara Moreno y Buenvecino, que destaca por su gran formato y calidad artística, además de haber sido realizado por Andrés de Islas, pintor activo de 1745 a 1773, quien elabora también cuadros de castas.
Del MHM sobresalen los óleos realizados por el pintor catalán Pelegrín Clavé, quien dirigió la cátedra de pintura de la Academia de San Carlos en México de 1946 a 1868.
Destacan también los retratos de mariana Rubio de Cancino y de Rafael Cancino, ejemplos de distintas ambientaciones que aluden a la diferencia de roles masculino y femenino en la sociedad.
La muestra permanecerá hasta el mes de octubre.
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