Monterrey, N.L.-
El mundo de la prensa escrita ha tenido sus altibajos muy marcados durante los últimos años. En Estados Unidos al menos 120 diarios han cerrados sus puertas debido, en parte, a la escasez de lectores, que últimamente – y dado el gran avance de la tecnología- tienen acceso a la misma información de manera electrónica.
Esto convierte al periódico impreso en un beneficio poco redituable económicamente y fácilmente sustituible.
En México, la situación sigue la misma línea, las publicaciones impresas disminuyen cada día, y las personas que viven de ésta actividad cada vez se enfrentan a más retos cuando de vender se trata.
Josefina Salazar, propietaria de un puesto de revistas, comentó que la situación económica actual de su negocio va en picada.
“Solía ser redituable hace 6 años”, dijo, “pero la falta de lectura, el internet y los móviles y los distractores en general han disminuido el número de lectores y de clientes”.
Desde hace 37 años ella trabaja en el local donde vende publicaciones impresas de revistas nacionales, internacionales y periódicos.
Señaló que la disminución actual de su clientela se basa también en gran parte, al aumento de establecimientos como Oxxo y 7 Eleven, en donde las “publicaciones de combate” como son “TV Notas”, “Hola” y “Muy Interesante”, que se venden de manera regular y como parte de las “compras de impulso” que realizan los clientes en su paso por dichas tiendas.
La entrevistada añadió que actualmente solamente vende, en lo que se refiere a periódicos dos ejemplares de “El Norte” y de vez en cuando uno de “El Porvenir”, cuando en sus inicios, hace 37 años, vendía entre 200 y 300 ejemplares, respectivamente.
Este fenómeno que impacta radicalmente en la industria editorial de México, debe ser estudiando a fondo y con mayor detenimiento por las fuerzas políticas y los intelectuales del país, dijo.
La señora Josefina concluyó que es importante inculcar en los niños el afán y el gusto por estar informados, y qué mejor forma de hacerlo que mediante la lectura del periódico o publicaciones culturales.
El mundo, al igual que la industria editorial, están necesitados de ávidos lectores que disfruten de invertir su dinero y su tiempo en la lectura de material de calidad; por ello se debe inculcar en ellos la pasión por la lectura y la información. (Tania Salas).
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