México, D.F.-
Para celebrar este próximo Día del Padre, lo primero que viene a la mente es quedarse en casa y preparar platillos para consentirlo.
No obstante, se puede tener una segunda opción, es decir, llevarlo a un lugar diferente que reúna detalles arquitectónicos especiales, comodidad y, por supuesto, deliciosa comida.
En la colonia Roma existe un lugar donde podrás halagar al festejado: Zapote. Éste fue diseñado por Mariana Tello e Israel Álvarez, de Módulo 11; un despacho de arquitectos que ganó una mención especial por este restaurante en la Bienal de Arquitectura 2013 del Distrito Federal, quienes “lograron interpretar la sencillez, hacer un espacio agradable, limpio, acogedor”, afirma la chef Karina Morales.
A esto se agrega la pasión de tres chefs: Karina Morales, Bacuk San Luis y Axel Ramírez. La primera es egresada de la Universidad Slow Food de Ciencias Gastronómicas, en Turín, por lo tanto el concepto es apegado a la filosofía de Carlo Petrini.
La cocina está dividida en tres áreas: “La panadería tradicional europea, enfocada sólo a pan; la segunda es la cocina central, que es casera muy simple, muy directa y muy honesta con toques mediterráneos; la tercera es la pizzería tradicional. Tratamos de ser honestos con la comida que ofrecemos, tratamos de apegarnos a los sabores tradicionales”, agrega la chef.
Los Sabores
El menú es pequeño porque hay platillos especiales diarios o semanales, todo depende de los ingredientes. “Nos enfocamos a trabajar con productos de temporada y de ahí nacen los especiales del día”, dice Karina.
“La honestidad de nuestros platillos se refleja en que nos atrevemos a tener una cocina abierta. Así, nuestra clientela se interesa un poco más en lo que come, en el trabajo que conlleva un platillo. Para el sabor tratamos de lograr un equilibrio en las materias primas que utilizamos, a veces es más difícil hacer una cocina sencilla donde aprecies las características de cada ingrediente”.
Es un buen lugar para llevar a papá, ya que puede probar desde un pollo con papas, una spanakopita o una chuleta de cerdo marinada en mostazas y ginebra, hasta una pizza tradicional italiana.
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