México, D.F.-
La contaminación atmosférica en el Valle de México debe combatirse de manera conjunta entre las entidades que conforman la megalópolis, es decir, Distrito Federal, Estado de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y Morelos, debido a que la combinación de los precursores de ozono están provocando afectaciones a la salud, afirman expertos.
Según datos del Banco Mundial, la contaminación del aire en el país es responsable de la muerte de más de 33 mil mexicanos. Casi 20 mil de esos decesos se deben a la contaminación del aire exterior, principalmente en pueblos y ciudades. Las restantes 13 mil provienen de la contaminación del aire de los hogares, causada por cocinar con leña y otros combustibles sólidos y esto afecta especialmente a las comunidades rurales.
Pero hay diferencias en esas cifras. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2010, 14 mil 734 mexicanos murieron por padecimientos asociados a las altas concentraciones de partículas de contaminantes en el aire, que causan problemas respiratorios y cánceres de pulmón, próstata y mama.
Organizaciones sociales estiman que son alrededor de 20 mil mexicanos que mueren anualmente por problemas causados por la contaminación ambiental, según el Instituto Mexicano de la Competitividad y el Poder del Consumidor.
Tanto en las ciudades como en el campo, señala Copenhagen Consensus Center (CCC), un think-tank de políticas públicas, la causa es la misma: las pequeñas partículas en el humo que la gente respira y que pueden conducir a enfermedad pulmonar crónica, infecciones respiratorias agudas, cáncer de pulmón, enfermedades del corazón y derrames cerebrales.
“Esto no sólo afecta a América Latina, sino que es un problema mundial que causa más de 6 millones de muertes en el mundo cada año”, dice Bjorn Lomborg, presidente del CCC. La contaminación atmosférica es un problema real en México, causando una de cada 17 de todas las muertes en el país, lo que representa 5.9% de los fallecimientos, y es la octava causa de muerte, después de factores como la diabetes, la presión arterial alta, el sobrepeso, el alcohol, las drogas, el tabaquismo y el sedentarismo.
“Hay una correlación importante entre los niveles de contaminación atmosférica y los temas de salud pública. La OMS ha dejado muy claro que los problemas de salud afectan a los grupos de gente más vulnerable que son niños, ancianos, personas que tienen enfermedades respiratorias y cardiovasculares”, recordó por su parte Francisco Barnés, director ejecutivo del Centro Mario Molina.
La contaminación atmosférica no tiene fronteras y afecta a todas las regiones del país, aunque el efecto es mayor en el Valle México debido a la concentración de personas y de vehículos, por lo que los estados que conforman la megalópolis deben trabajar juntos para combatir este problema, agregó.
“El problema del aire no es único de las entidades federativas, sino compartido y por ello se tienen que establecer políticas coordinadas para atenderlo. Es una situación que rebasa las fronteras políticas de los estados porque las cuencas están compartidas y la dispersión de los vientos puede mover los contaminantes en una dirección o en otra. Esa es la razón principal por la que se han tomado medidas para fortalecer la gobernanza regional”, señaló.
Lo mismo sucede en todo el país, especialmente en las zonas metropolitanas de Guadalajara y Monterrey, así como en Tijuana, entre otras ciudades, donde la contaminación atmosférica es problemática.
En el Informe sobre Medio Ambiente 2013-2014, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se muestra la evolución del Índice Metropolitano de la Calidad del Aire en cuatro de las mayores concentraciones en el país. Señala que de esas cuatro regiones [del Valle de México, Toluca, Monterrey y Guadalajara], sólo en el caso del Distrito Federal y los municipios del Estado de México hay una reducción de los días más contaminados desde el año 2000 al 2010, al pasar de 329 días a 178 por año, con los mayores registros de emisión de gases contaminantes.
En el caso de Guadalajara, la cifra presentaba una tendencia de picos hasta bajar en 2009, pero en 2010 volvió a incrementar el número de días con más contaminación.
Para Martín Gutiérrez, coordinador ejecutivo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), la contaminación actual en la región se debe a una fuerte radiación solar, que mezclado a los hidrocarburos y el óxido de nitrógeno generan un aumento del ozono, lo que causa mayores problemas para la salud de la población.
“En esta época de más calor es cuando los precursores de ozono se van elevando conforme a que van pasando las horas. Los hidrocarburos y el óxido de nitrógeno que son los principales precursores de ozono, en el momento en que entran en contacto con el sol, generan el ozono, y se establecen los mecanismos de afectación a la salud porque es un contaminante altamente inoxidante”, explicó el funcionario.
Esta situación es común a todos los seis estados y 18 municipios que conforman la megalópolis y el Valle de México, pues las cuencas de la región están totalmente conectadas y depende una de otra. De acuerdo con la época del año y al tipo de contaminante, una cuenca puede exportar estos contaminantes a otra y a su vez en otra época puede importarlos.
“Hay un flujo constante por los vientos y por las condiciones geográficas que hace que a ciertos niveles los contaminantes se estén moviendo en la región”, comentó Gutiérrez.
De hecho, en lo que va del año, la CAMe ha emitido cuatro precontigencias ambientales por los altos niveles de ozono y de contaminantes en el aire, debido a la actualización del sistema de medición de estas partículas nocivas para la salud.
Antes de la actualización de la norma 020 de la Secretaría Federal de Salud Pública, se declaraba fase de precontingencia cuando el sistema de medición de contaminantes alcanzaba más de 164 puntos, ahora se lanza la fase de precontingencia a los 150 puntos, por lo que ya ha habido cuatro fases desde el 3 de marzo.
Y se prevé que habrá más periodos de precontigencia ambiental ya que la época de alta radiación solar, que inició en febrero, terminará con la temporada de lluvias que comienza en junio.
Por lo tanto, la población con más riesgos de salud por la contaminación del aire, es decir, los niños, los adultos mayores y las personas que padecen de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, deben de tomar las precauciones necesarias para cuidar su salud.
Discussion about this post