México, D.F.-
Más de cuatro años tuvieron que pasar para que el óleo de 200 años de antigüedad y que representa la figura de San Felipe Neri regresara al Templo de la Santísima Trinidad en Cholula, Puebla, de donde fue sustraído para ser comercializado ilegalmente en el mercado internacional de arte sacro.
El óleo, de firma anónima y que esta fechado a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, representa a San Felipe Neri de pie portando una túnica negra, en la mano derecha sostiene una flor blanca, a la derecha del cuadro se aprecian los rostros de tres ángeles y una paloma blanca en posición de vuelo. Frente al santo se aprecia una mesa cubierta con manteles rojos, sobre la aparecen dos libros y una calavera.
La pintura —de 1.7 metros de largo y 1.2 de ancho— se reportó como robada la mañana del 9 de junio de 2008 cuando el entonces mayordomo de la Santísima Trinidad notificó ante las autoridades municipales la falta del óleo que se encontraba en el interior de este templo.
El caso fue turnado a la Unidad de Investigaciones de Delitos Contra el Ambiente y previstos en leyes Especiales de la Procuraduría General de la República (PGR), que luego de realizar cateos en domicilios de Jalisco, Puebla, Tlaxcala y la ciudad de México, recuperó la pieza en marzo de 2011, misma que ya mostraba signos de haber sido restaurada por no profesionales.
“Los principales deterioros que presentaba la imagen de San Felipe Neri fueron intervenciones no afortunadas que le hicieron personas sin conocimientos en la materia, como repintes burdos; además de estar recortada de los extremos, pues al momento del robo, los ladrones debieron cortar la pintura para desprenderla rápidamente del bastidor de madera”, señaló Liliana Olvera, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un comunicado, el INAH mencionó que desde su recuperación hasta la fecha de su entrega, el óleo fue restaurado por personal de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Entre los arreglos pictóricos que se aplicaron a la obra están la colocación de un soporte de tela en la parte posterior, limpieza profunda, acciones de resanado y reintegración de la policromía con la aplicación de delgadas líneas verticales de color –técnica conocida como rigattino-.
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