México, D.F.-
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) instala sistemas para el reuso de aguas residuales en las diez zonas arqueológicas más visitadas del país, algunas ya operan en Monte Albán, Chichén Itzá, Tulum, Palenque y Teotihuacan, como parte de una política integral de conservación de los patrimonios cultural y natural.
Jesús Enrique Velázquez, coordinador nacional de Obras y Proyectos del INAH, informó que los sitios prehispánicos de Teotihuacan, Tulum o Chichén Itzá tienen un promedio de 500 mil a dos millones de visitantes al año, de ahí que el tratamiento de las aguas residuales sea una prioridad de la presente administración, encaminada a evitar la contaminación de los mantos freáticos, y preservar el ambiente sin agredir el patrimonio arqueológico y su entorno.
Detalló que esta iniciativa, emprendida en 2010, representa a la fecha una inversión de más de 20 millones de pesos, con los que se ha logrado la instalación de seis plantas de este tipo en las cinco zonas arqueológicas referidas; en Teotihuacan operan dos.
Abundó que en la actualidad se trabaja en la instalación y puesta en marcha de seis sistemas de tratamiento más en los sitios prehispánicos de Cholula (Puebla), El Tajín (Veracruz), Cobá (Quintana Roo), Dzibilchaltún (Yucatán) y Uxmal (Yucatán), así como en lo que será el Museo Arqueológico de Cancún (Quintana Roo).
“Tenemos zonas que registran entre medio millón y dos millones de visitantes al año, y cada persona utiliza en promedio 20 litros de agua en sanitarios, oficinas y otras instalaciones. El impacto que generan es, en promedio, de 10 a 40 millones de litros de aguas residuales al año. Lo tenemos medido. Aunque son aguas que la naturaleza se encarga de degradar, la idea es no contaminar el acuífero”.
Cada zona arqueológica, representa un caso ambiental particular, pues algunas se encuentran en áreas naturales protegidas (como Monte Albán), otras en zonas pobladas (Teotihuacan o Cancún) y algunas más en zonas rurales (El Tajín, Palenque o Cobá), apuntó.
“Muchas veces la utilización que se da al agua tratada depende del clima, que determina que haya mucha o poca agua, así como las necesidades de reuso de la misma”, dijo.
Especificó que en el caso de Teotihuacan, “el sitio está en un área urbana, tenemos dos poblaciones cercanas, San Juan Teotihuacan y San Martín de las Pirámides, por lo tanto es fundamental proteger el acuífero”.
Respecto a la zona de San Miguelito (Cancún, Quintana Roo), donde ya se construye el Museo Arqueológico de Cancún, explicó que “planeamos que este recinto se estrene con todo lo referente a sustentabilidad ambiental y accesibilidad ya resuelto. Además en Cancún todos los hoteles tienen plantas de tratamiento y algunos hasta tienen desalinizadoras, porque escasea el agua. Aunque no es área natural protegida, por el gran número de visitantes que ya se contempla, es muy conveniente que el museo tenga su propia planta de tratamiento”.
La instalación de las plantas de tratamiento de aguas residuales, se hace con el apoyo de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), derivado de convenio de colaboración.
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