Reynosa, Tam.-
Dolores Beatriz Cueva, oriunda de Nuevo Laredo, es una escritora instruida en el Taller de Escritura de Graciela Ramos desde el 2010, en su visita a Hora Cero compartió la travesía que ha sido para ella el materializar un libro que surgió desde la recolección de escritos tejidos con el tiempo, donde incluso algunos comenzaron como producto de actividades de clase.
La neolaredense, actualmente reside en la ciudad de Reynosa y funge como docente de niños y jóvenes en condición de discapacidad, una labor que la ha inspirado a relatar experiencias de niños, escritas desde su amor por la docencia y por ser un trabajo sujeto a sensibilizar con niños tras convivir diariamente con ellos.
Cueva compartió que en “Desde la docencia” (la primera sección de su libro), existen relatos en los que capturó la cruda realidad que viven los menores en la actualidad, especialmente aquellos que enfrentan una condición de discapacidad.
Como ejemplo de ello, destacó la historia de un niño cuyo padre se movía en el terreno de la ilegalidad, texto en el que describe el impacto emocional que atravesó el menor por esta situación.
“Hay por lo menos dos historias en donde se trata de que los lectores piensen de otra manera de la discapacidad como una posibilidad de riqueza, valía y construcción de alguien que viene y nos aporta o enriquece y nos invita a tener una mirada más comprensiva y compasiva hacia las posibilidades de vida de estos niños”, explicó Cueva.
Estos textos invitan al lector a reflexionar sobre el papel fundamental que la sociedad tiene y la manera en que los niños están viviendo en los tiempos actuales. Resaltó que la propuesta para sobrellevar estas luchas, sería enriquecer los entornos con empatía para que los menores tengan oportunidades de vida más sana.
Aunque su labor es una de las principales inspiraciones para este apartado de historias, la entrevistada refirió que ninguna de las historias tratan sobre la vida particular de algún estudiante, sino que únicamente tomó inspiración de vivencias reales y partió de ello para la elaboración de los personajes y la narración literaria.
Fue gracias a esta práctica que Dolores Cueva descubrió que la escritura abre la posibilidad de ser más descriptivo y explicativo, de una manera en que la gente pueda vivir y sensibilizar a través de la lectura.