Santiago, Chile .-
Una polémica colateral a la investigación judicial por la muerte del poeta Pablo Neruda se abrió en Chile, luego que la parte querellante exigió un examen de ADN para identificar los restos del Nobel de Literatura 1971.
El abogado querellante Eduardo Contreras dijo que la diligencia es “crucial” para comprobar que los restos exhumados el pasado 8 de abril en el balneario de Isla Negra, 100 kilómetros al suroeste de Santiago, corresponden a las osamentas del vate.
La exhumación se realizó por disposición del juez Mario Carroza, quien investiga la denuncia del Partido Comunista (PC) respecto a que Neruda habría sido envenenado en una clínica, mediante una inyección letal durante su convalecencia del cáncer que padecía.
Explicó que en el PC, parte querellante en el proceso abierto para investigar las causas del deceso de Neruda en 1973, existen dudas respecto a si los restos que estaban sepultados en la residencia del poeta en Isla Negra pertenecen al autor de Canto General.
La falta de certeza del PC, colectividad en la que militó Neruda, se explica por los diversos traslados que sufrieron los restos, ya que primeros fueron sepultados en la tumba familiar de un amigo y luego trasladados en otras dos oportunidades, hasta quedar en Isla Negra.
Contreras recordó el caso del llamado “traslado de televisores”, nombre de código que aplicó la dictadura para el desentierro de restos de víctimas del régimen militar que habían sido sepultados en fosas ilegales, para ser luego dinamitados y tirados al mar.
Según la parte querellante, el estatal Servicio Médico Legal (SML), a cargo de las pericias para determinar las causas de la muerte de Neruda, se negaría a realizar las pruebas de ADN para una cabal identificación de las osamentas.
El pasado 12 de abril, el SML determinó el envío de muestras óseas al laboratorio de toxicología forense de la Universidad de North Carolina, diligencia que aún no se ha efectuado debido a que están pendientes trámites legales y sanitarios para el procedimiento.
En los exámenes realizados en el recinto del SML se incluyó la toma de rayos X, escáner, inventario y rotulación de los restos óseos, establecimiento del perfil biológico de acuerdo a las fichas de antropología de la Unidad Especial de Identificación Forense.
Los especialistas realizaron además análisis de osamentas con lupa estereoscópica 3D, así como la definición de las muestras óseas a tomar para exámenes toxicológicos e histológicos.
En las pericias trabajan peritos del SML, de la estatal Universidad de Chile, profesionales extranjeros, observadores del Comité Internacional de la Cruz Roja y del Equipo de Antropología Forense de Argentina, así como un representante de la parte querellante.
Neruda murió el 23 de septiembre de 1973 en la Clínica Santa María, dos semanas después del golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende, y cuando México le había proporcionado un avión para trasladarlo al día siguiente.
De acuerdo al testimonio de Manuel Ayala, que fue chofer de Neruda, el poeta se encontraba en buenas condiciones de salud al momento de su deceso y habría sido asesinado en la Clínica, por medio de una sustancia letal que se le inyectó.
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